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Empresarios y sindicatos creen que el grupo «no encajó bien su proyecto»
04 ago 2022 . Actualizado a las 01:09 h.Stellantis Zaragoza, la antigua Opel Figueruelas, recibirá 42,4 millones de euros del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (32,3 millones en ayudas directas y 10,1 millones en préstamos). Pero Stellantis Vigo, que concurría con la planta de Madrid al mismo reparto de fondos europeos, se ha quedado fuera porque, según el Ministerio de Industria, «no cumple con la estructura mínima del PERTE». ¿Por qué Zaragoza supo ajustarse a los requisitos y Vigo no?
La factoría gallega lleva décadas concurriendo a las convocatorias de fondos públicos para la automoción y siempre ha logrado ayudas directas, incluso a fondo perdido, y créditos blandos para sus proyectos de inversión. Por eso resulta inexplicable que la multinacional no haya conseguido colocar en el PERTE ni siquiera su propuesta de mínimos (43 millones de euros). Porque la de máximos, que asciende a 600 millones, ya había recibido la negativa previa porque excedía los plazos de ejecución, cuyo tope está fijado por Bruselas el 31 de diciembre del 2025, y Stellantis no contempla ejecutar hasta avanzado el 2026.
Los 43 millones denegados no solucionan el futuro de la automoción gallega, pero el hecho de que las plantas de Stellantis en Vigo y Madrid sean las únicas fábricas de coches que no recibirán ni un euro del PERTE preocupa y da qué pensar.
La multinacional que lidera Carlos Tavares no quiso pronunciarse el lunes, y ayer se limitó a decir que recurrirá su exclusión. «Estudiaremos la resolución y las correspondientes alegaciones», manifestó una fuente oficial del grupo.
El resto del sector gallego guarda silencio, a pesar de estar directamente implicado, porque el 72 % de las empresas que participaban con Stellantis en el proyecto son pymes, que aportaban el 40 % del presupuesto.
España no decide nada
Solo algunas voces de proveedores, que piden anonimato, se atreven a manifestar su preocupación. «Las plantas españolas tienen el poder de decisión que tienen; es decir, ninguno. Los centros de decisión están fuera y ya sabemos cómo funcionan: o me das lo que pido o me marcho, son las reglas del juego. No es de ahora, es de siempre», afirma un empresario consultado, preocupado por el futuro del sector gallego. «Una planta que no invierte en mejoras pierde competitividad. ¿Queremos ser un país manufacturero que compite por el bajo coste? Esa batalla está perdida», advierte otro empresario del sector de componentes, que confía en que la situación se reconduzca. «Encontrarán una solución, esto se resolverá», asegura.
Más críticos se muestran los sindicatos consultados, que responsabilizan a Stellantis de la exclusión del PERTE. «No encajó bien su proyecto, al pedir dinero para renovar instalaciones justificándolo en que tendrán menos consumo. Ese no era el objetivo de los fondos, las inversiones en modernización y mejora productiva no se pueden subvencionar por la UE», aseguran desde CC.OO. Preguntado al respecto, el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, responsabiliza directamente al Ejecutivo de Sánchez de la situación: «O que lle trasladamos ao Goberno é que se poidan concretar esas negociacións entre Stellantis e o Ministerio de Industria para que se poidan concretar as axudas e Stellantis teña unha resposta. Creo que é o máis urxente nestes momentos», afirmó ayer en Ferrol.
El socialista Abel Caballero, alcalde de Vigo, garantiza que la planta gallega tendrá fondos: «Stellantis va a formar parte del PERTE. Lo de ayer [por el lunes] era provisional. Iba con un plan de mínimos, le faltaba por plantear el gemelo digital. Lo va a incluir y por tanto va a tener las ayudas que solicitó en ese plan de mínimos [43 millones]», aseguró ayer el regidor vigués.