Bruselas exige a España, a la cola en el gasto de fondos regionales, que acelere los trámites

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

STEPHANIE LECOCQ | EFE

El Gobierno central todavía no ha recibido luz verde para desembolsar las ayudas estructurales de las que dependen los planes de Stellantis

05 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace más de un año que Grecia selló con la Comisión Europea un acuerdo para empezar a desembolsar los fondos estructurales del período 2021-2027 —son las ayudas con las que los países de la UE financian tradicionalmente proyectos y reformas a largo plazo—. Hasta 21.000 millones de euros procedentes de los Presupuestos europeos que el Gobierno heleno ya puede gastar. El pasado 19 de abril llegó la luz verde al plan de Alemania. Le siguieron Lituania, Austria, Finlandia... Y así hasta 17 países, entre los que no está incluida España. ¿Por qué?

Mientras los Ejecutivos de países vecinos se afanaban en terminar los convenios de colaboración con la Comisión, que abren la puerta a los fondos europeos, el Gobierno español concentró todos sus esfuerzos en agilizar el desembolso de las ayudas extraordinarias del Next Generation EU, ese fondo creado en pandemia para ayudar a los países más golpeados por la crisis a recuperar y transformar sus economías. España quería ser la primera en recibir el dinero. Esa era la prioridad. Y lo logró. La hazaña ocupó titulares: «Nuestro país no se detiene, avanzamos con decisión en el despliegue del Plan de Recuperación», aplaudía el presidente Pedro Sánchez.

Pero esa decisión y premura no se dio con la tramitación de los fondos estructurales, menos mediáticos y, con frecuencia, fuente de disputas entre el Gobierno central y las autoridades regionales y locales por la lentitud en su ejecución.

retrasos

El aviso de Bruselas. Precisamente es esa lentitud en los trámites lo que preocupa a Bruselas que, en sus últimas recomendaciones por países del pasado 23 de mayo, urgió a España a «remitir los documentos de la programación de los fondos de cohesión 2021-2027 con vistas a terminar las negociaciones con la Comisión y, por consiguiente, empezar su ejecución». Tras el tirón de orejas, Hacienda envió los documentos el pasado 16 de junio, pero todavía no se ha llegado a un acuerdo con las autoridades comunitarias, según consta en la web de la institución. Algo que nadie se explica, teniendo en cuenta que hay más de 36.600 millones de euros de fondos estructurales en el aire —11.500 millones para las regiones en transición, como Galicia—.

gasto

Últimos en ejecución. Las advertencias no son gratuitas. España es el país más lento a la hora de gastar los fondos que recibe de la UE, según los últimos datos actualizados de la Comisión Europea. Hasta ahora, solo ha ejecutado el 43 % de las ayudas planificadas para el período 2014-2020. Un retraso al que han contribuido todas las Administraciones.

El único país que tampoco llega al umbral del 50 % es Italia. Las cifras contrastan con la eficacia de Lituania y Portugal, líderes que ya han gastado el 74 % de los fondos comprometidos. Incluso países con Administraciones sobredimensionadas, como Francia, son más ágiles. El vecino galo ejecutó el 64 % de los fondos estructurales del último ejercicio, solo dos puntos más que Grecia.

En España, la eficacia va por barrios. El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), con el que se pretenden financiar proyectos que han quedado excluidos de los PERTE, como la planta de vehículos eléctricos de Stellantis en Vigo, es uno de los que progresan con más lentitud. Según la Comisión, el 40 % de los fondos ya asignados (89 % del total) se han gastado realmente. Solo Luxemburgo lo ha hecho peor.

Lo mismo ocurre con los proyectos financiados por el Fondo Social (FS), enfocados a la mejora de la cualificación de los trabajadores y el empleo. Apenas el 44 % del dinero ha llegado a destino en España, que arrancó el último ciclo presupuestario (en el 2014) con una cifra de paro del 24,5 % y todavía no ha bajado de los dos dígitos.

Se trata del mismo porcentaje de dinero gastado que el procedente del Fondo Europeo Agrícola y de Desarrollo Rural (Feader). ¿Qué hay del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP)? Se ha ejecutado la mitad del dinero de los proyectos planificados.

El único ámbito en el que España va por delante de la media es en el gasto de los fondos de la Garantía Europea Juvenil (69 %).

futuro

Inversiones en el aire. Los precedentes, como es evidente, no son alentadores. España ha demostrado que no tiene capacidad administrativa suficiente para poder digerir en tiempo y forma el caudal de fondos procedentes de los Presupuestos de la UE y el Next Generation EU a la vez. Lo admitió a finales del 2021 ante la Eurocámara el director general de Política Regional de la UE, Marc Lemaître: «Hay un país en particular que tristemente ha aplazado más allá de lo comprensible la presentación del acuerdo de asociación y el envío de los programas [...] Ese país es España. Ha demostrado que no puede hacer dos cosas a la vez y que su prioridad absoluta es el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (ayudas)», sostuvo. Por aquellas fechas, esperaba recibir los documentos en el segundo trimestre del año. Llegaron sobre la bocina.

La duda que albergan ahora Administraciones y empresas es si se llegará a tiempo a financiar determinadas inversiones que no han podido arrancar todavía por la demora del Gobierno. A pesar de que compañías como Stellantis cuentan con fondos regionales para sus proyectos a largo plazo (2026 en el caso de la planta de automoción), los retrasos en la ejecución pueden poner en aprietos el calendario.

Otra cuestión que podría dificultar su financiación es el tradicional celo que tienen las autoridades de Competencia con el uso de los fondos. Sin ir más lejos, el equipo de la comisaria Margrethe Vestager abrió una investigación en el 2019 por unas ayudas de 20,7 millones que recibió de forma preliminar la planta de Vigo en el 2017. Unas reservas que se han ablandado con la pandemia.