
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, admitió discrepancias técnicas con la Comisión en torno al nuevo mecanismo de equidad
21 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) que se aprobó hace escasos meses para sustituir al derogado factor de sostenibilidad (FS) está en la cuerda floja cuando ni siquiera ha entrado en vigor. La Comisión Europea recela de su eficacia y demanda cambios en su diseño, ya que duda de que el impacto económico que generará sea el equivalente al que tendría el factor de sostenibilidad creado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Así lo reconoció este martes el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante una entrevista en Onda Cero. «Tenemos con la Comisión alguna discrepancia técnica en cómo está diseñado el MEI. Es el único punto en el que, a nivel técnico, ha planteado que le gustaría seguir evaluando», señaló Escrivá, quien, no obstante, dejó la puerta abierta a realizar modificaciones si fuera necesario para recibir el visto bueno de Bruselas, puesto que están en juego parte de los fondos europeos.
La «discusión técnica» que mantienen tiene que ver con el tipo de regla que es y los efectos que provoca en el sistema, ya que el pacto al que la Comisión había llegado con el Gobierno para permitirle derogar el FS es que fuera similar. Esto significa que el nuevo mecanismo, que supone una subida de las cotizaciones de los trabajadores de 0,6 puntos para los próximos diez años, debe recaudar unas seis décimas del PIB, que era lo que se iba a moderar el gasto con el factor de sostenibilidad, que vinculaba las pensiones de los nuevos jubilados con la esperanza media de vida, lo que podía suponer un recorte del 20 % para los más jóvenes, según estimaciones de Escrivá. «Era extraordinariamente lesivo», recalcó.
El ministro confía en que los ahorros que genere este extra de recaudación durante una década sea equivalente, pero en cualquier caso se escuda en que en el 2032 tienen que volver a reevaluar. Si ese dinero que se ha almacenado en el fondo de reserva de las pensiones es suficiente para neutralizar el factor de sostenibilidad y aliviar la tensión que puede haber en el sistema en las próximas décadas, no habría que hacer más. Pero si es insuficiente, el Ejecutivo de turno tendrá que tomar medidas adicionales. Y esto es lo que no convence a Bruselas, que quiere una regla automática pura, a semejanza del FS.