La reforma de las pensiones se tambalea ante las reticencias de la CEOE y Bruselas
ECONOMÍA
La revalorización de las pensiones con el IPC medio llevará a la Seguridad Social a desembolsar 190.000 millones
23 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Ahora que el Gobierno está inmerso en la negociación de la segunda fase de la reforma de las pensiones, Bruselas recela del primer paquete de medidas que aprobó el Congreso hace menos de un año.
La CE está preocupada porque no le salen las cuentas, ya que su objetivo es lograr la sostenibilidad de un sistema que lleva años en números rojos y que se enfrenta a unas décadas tensionadas por la jubilación de la generación del baby bum. La regla que exige a España es contener el gasto y aumentar los ingresos. Y en el paquete de iniciativas del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, no se cumple.
La medida estrella, que es la revalorización de las pensiones con el IPC medio, al estar la inflación disparada e implicar una subida del 8,5 %, supondrá más de 15.000 millones extra el año que viene, lo que llevará a la Seguridad Social a desembolsar 190.000 millones, un incremento récord del 11,4 %. Por eso, funcionarios de la Comisión Europea que evaluaron la marcha de las reformas mostraron preocupación por el déficit y la deuda del sistema, según fuentes del diálogo social. Manifestaron su inquietud por el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), que sustituirá al factor de sostenibilidad derogado en la primera fase. Pero no compensará ni de lejos la contención del gasto que suponía la puesta en marcha de la herramienta de ajuste que recortaba las pensiones de nuevos jubilados y la CE insta a que lo modifiquen por un ajuste automático de más impacto.
Escrivá lo ha reconocido y viajará a Bruselas para tratar de convencer a las altas instancias de que den un voto de confianza al MEI, que supone un incremento de 0,6 puntos de las cotizaciones sociales desde el 2023 al 2032.
Con esta medida el Gobierno estima rellenar la hucha de las pensiones el año que viene con 2.793 millones, insuficientes para afrontar el gasto de la subida de las prestaciones y de nuevos jubilados. Por ello, encima de la mesa del diálogo social vuelve a estar el MEI, ya que en juego están 7.000 millones de fondos europeos. La posibilidad de ampliar el período de vigencia cobra fuerza, de forma que ese incremento de cotizaciones pudiera extenderse hasta el 2050.