Autónomos anticipan miles de cierres de negocios por la subida de los precios

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

A.U.P.A.

La asociación AUPA demanda una menor presión fiscal y ayudas más ambiciosas para abaratar más los carburantes

25 nov 2022 . Actualizado a las 18:19 h.

En los ocho primeros meses del año, España perdió más de 13.500 autónomos. El ritmo de creación de empleo dentro del colectivo se ha ralentizado, de forma paralela a la contracción del consumo de los hogares. Y mucho tiene que ver con la inflación que, de continuar en los umbrales actuales, podrían forzar el cierre de miles de negocios, según ha denunciado este lunes la asociación de autónomos AUPA

La organización cree que la subida de los precios energéticos, los insumos y el endurecimiento de las condiciones de financiación están creando una «tormenta perfecta que va a terminar por llevarse por delante a miles de autónomos en este país». Muchos de ellos no pueden seguir sosteniendo los márgenes, por eso piden una disminución de la presión fiscal y ayudas más ambiciosas para enfriar la factura de los carburantes. La gasolina apenas cuesta un 3,54 % más que hace un año (incluyendo la bonificación estatal de 20 céntimos por litro), pero el diésel -mayoritario en el parque de vehículos español- sigue siendo un 28 % más caro. 

A pesar de que la inflación en España ha comenzado a desacelerar -no implica que los productos y servicios estén más baratos, sino que sus precios crecen a menor ritmo que hace tres meses-, lo cierto es que los profesionales autónomos siguen haciendo frente a facturas que, para muchos son inasumibles.

Uno de los motivos de protesta del colectivo tiene que ver con los recibos de las comercializadoras de energía. Los autónomos denuncian que muchos de ellos están pagando más por la compensación a las gasistas -derivada del tope al precio del gas- que por la propia energía, algo que el Ministerio para la Transición Ecológica demandó investigar.

Las cifras apuntan a que los profesionales por cuenta propia son los que más problemas están atravesando para capear la crisis de precios. Cualquier incremento en los precios que ejecuten sus proveedores tiene que trasladarse casi en su totalidad al precio que ofrecen a los clientes. Las grandes empresas disponen de más músculo financiero para resistir. 

La banca corta el grifo

No son pocos los negocios que han tenido que recurrir a los bancos para conseguir liquidez y pagar a proveedores, aunque AUPA denuncia que cada vez es más difícil conseguir que les abran la ventanilla en las sucursales. La subida de tipos de interés decretada por el Banco Central Europeo (BCE) -que ha situado el tipo general en el 2 %- está dificultando el acceso a la financiación: «La banca está recortando al máximo las líneas de crédito que se concedían al pequeño comercio para pagar a sus proveedores y adquirir mercancías», aseguran desde la organización. Algunos profesionales han visto cómo las entidades transformaban sus créditos en préstamos -se devuelven mes a mes en lugar de año a año-.