Los precios se desbocan un 10,7 % en la eurozona con la economía frenando en seco

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANDREW KELLY | REUTERS

España es el segundo país, después de Francia, donde menos ha aumentado la inflación

01 nov 2022 . Actualizado a las 17:41 h.

Ni la subida de tipos de interés ni las medidas de emergencia en materia energética funcionan para lograr embridar los precios en la eurozona. La inflación media en los países de la moneda única escaló desde el 9,9 % de septiembre al 10,7 % de octubre, según reveló este lunes Eurostat. Se trata de la mayor subida anual jamás registrada.

Los países bálticos lideran la lista de los territorios donde más se ha encarecido la vida, seguidos por los Países Bajos, donde la inflación ha medrado un 16,8 %. No se salva ni Alemania. La locomotora europea acumula una subida del 11,6 %. Y la culpa, según Eurostat, la tienen las facturas energéticas. Esta partida no solo se ha encarecido casi un 42 % debido a la guerra en Ucrania, también ha propiciado la subida del precio de los alimentos, que están entre un 12,4 y un 15,4 % más caros. Todo ello en un escenario de enfriamiento económico. Entre julio y septiembre, la eurozona apenas creció un 0,2 % respecto al trimestre anterior.

Un frenazo propiciado, en buena medida, por el Banco Central Europeo (BCE) que ha echado mano de viejas recetas económicas para poner coto a los precios: «La subida de tipos no ha sido positiva», valora el economista y profesor de la Universidad Europea, José Manuel Corrales, quien sostiene que esta crisis de precios no viene propiciada por un aumento desmesurado del consumo sino por una restricción de la oferta y los altos precios de la energía que importamos. Algo que no se puede atajar encareciendo rápido el crédito a la economía real. El BCE ha acometido en los últimos cuatro meses las mayores de los tipos de interés de su historia. 

El acierto español

¿Cuál es la situación en España? Cerró octubre como el segundo país con un menor crecimiento anual de los precios (7,3 %), solo por detrás de Francia (7,1 %). ¿Cuál es el secreto? Corrales apunta a la puntería que ha tenido el Gobierno español con las medidas anticrisis y al éxito del mecanismo ibérico, que impone un precio máximo al gas en la Península, evitando que su volatilidad encarezca otras fuentes de generación energética. Un acierto que a Europa le ha llevado nueve meses admitir.

Portugal también se ha beneficiado de ese mecanismo, pero la inflación en el país vecino alcanza ya el 10,6 %. ¿Por qué? «Es el país de la UE que más está creciendo. Su economía no se ha enfriado así que es más difícil controlar la inflación», explica Corrales, para quien el mayor riesgo que se cierne sobre la economía española es que el estancamiento económico y los altos precios persistentes acaben repercutiendo en el mercado laboral.

La eurozona coquetea con la bautizada como estanflación —situación en la que coexiste el estancamiento económico y la hiperinflación—. La historia nos recuerda que esos episodios acaban precipitando cierres de empresas y un incremento acusado del desempleo. Una vorágine difícil de frenar: «Es lo más problemático [...] La inflación se puede volver a descontrolar, por eso es importante un pacto de rentas», recomienda el experto.

Pero ese pacto no debería entrañar forzosamente una contención salarial: «Los salarios hay que subirlos, hay margen [...] No puede ser que algunas empresas aumenten un 50 % los beneficios y los salarios solo suban un 2,5 %. Hay estudios que señalan que el 80 % del impacto inflacionario se debe al aumento de beneficios empresariales y solo el 20 % a los salarios. Hay que repartir las cargas. Esta situación también daña a pequeñas y medianas empresas», señala.

José Manuel Corrales: «Nos espera un 2023 bastante difícil»

Con tanta incertidumbre es muy complicado hacer previsiones certeras en torno a la evolución de los precios. Corrales anticipa meses difíciles en la eurozona, pero también en España: «Nos espera un 2023 bastante difícil. Salvo que se solucione el conflicto [en Ucrania], la inflación seguirá en niveles altos y tendremos estancamiento económico. Aunque puede que algún trimestre cierre en negativo, esperemos no llegar a la recesión técnica en España. La situación está empantanada y estamos a las puertas del abismo. Lo rodearemos unos cuantos trimestres», sostiene, antes de recordar que, de no ser por el turismo, España ya tendría los pies metidos en la recesión: «Nuestra industria lo está pasando mal y los fondos Next Generation EU tienen un nivel de ejecución muy baja. Sectores como el del automóvil se quejan, y con razón, porque no acaban de despegar», señala Corrales.

Detrás del progresivo enfriamiento de la economía española también hay otro factor económico que pesará en los próximos meses: los hogares han perdido mucho poder adquisitivo y eso les ha obligado a reducir el consumo. Las subidas de tipos de interés que ha acometido el BCE han propulsado el euríbor —índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables en España— a niveles de enero del 2009, añadiendo más presión a las maltrechas finanzas de las familias, cuyas subidas salariales apenas alcanzan a compensar una tercera parte de la subida de precios del último año.