La millonaria remuneración de Elon Musk en Tesla va este lunes a juicio en EE.UU.

La Voz NUEVA YORK / EFE

ECONOMÍA

El nuevo dueño de Twitter, Elon Musk
El nuevo dueño de Twitter, Elon Musk DADO RUVIC | REUTERS

El polémico empresario vuelve ante el mismo tribunal de Delaware que iba a juzgarlo por echarse atrás en la compra de Twitter

14 nov 2022 . Actualizado a las 09:18 h.

La multimillonaria remuneración de Tesla a su polémico consejero delegado, Elon Musk, está en el centro de un juicio que arranca este lunes en Estados Unidos y en el que un pequeño inversor del fabricante de vehículos eléctricos se enfrenta al hombre más rico del mundo.

En el proceso, que se celebra en un tribunal especializado del Estado de Delaware y que se prevé dure una semana, está en juego el paquete de compensación que la empresa aprobó en el 2018 para Musk, con un valor de hasta 56.000 millones de dólares. La remuneración, la mayor que se conoce para un ejecutivo, estaba vinculada al cumplimiento de ciertas metas y en forma de acciones de la compañía, por lo que cuanto más alta fuese su cotización más recibiría Musk.

Con los títulos disparados durante la pandemia, Musk se convirtió en el 2021 en la persona más rica del mundo. En la demanda se denuncia que el empresario usó su poder sobre su junta directiva para obtener ese extraordinario paquete de compensación, con objetivos que eran fáciles de alcanzar y que no se explicaron bien a los accionistas.

El demandante denuncia además que Musk no tenía dedicación plena a Tesla y que diseñó esa remuneración para tener fondos con los que financiar otros proyectos personales, como el de la exploración espacial.

El caso se verá en el mismo tribunal que se ocupó de la demanda presentada contra Musk por Twitter, después de que rompiese el acuerdo para hacerse con la red social y que no llegó a juicio porque el multimillonario dio marcha atrás y aceptó lo pactado.

El proceso, en el que se espera que testifique el propio Musk, llega en un momento en el que el empresario está centrado en la gestión de su nueva compañía, Twitter, donde en apenas dos semanas ha despedido a la mitad de la plantilla y ha espantado a muchos anunciantes con nuevas apuestas como la verificación de pago y promesas de una menor moderación de contenidos.