Los socios de Gobierno avanzan en la negociación del plan que será aprobado el día 29, sin el descuento generalizado a los combustibles
20 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El nuevo plan que aprobará el Gobierno la semana que viene para amortiguar el impacto de la inflación prosigue entre bambalinas a diferentes velocidades, dependiendo de la medida de la que se trate. Por ahora, la ayuda para que los hogares vulnerables puedan sufragar la cesta de la compra diaria y la modificación del IVA en algunos alimentos son las opciones con mayor posibilidad de ser plasmadas en el Consejo de Ministros del 29 de diciembre, la fecha marcada por el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para anunciar el decreto ley que será puesto en marcha a partir del 1 de enero. Entre todas las acciones que negocian los ministros de PSOE y de Unidas Podemos, la actuación sobre la cesta de la compra de alimentos básicos va a copar buena parte del protagonismo presupuestario que hasta ahora tenía la bonificación a los carburantes.
Aunque inicialmente el Gobierno no era partidario de aplicar una rebaja de impuestos en la cesta de la compra, todo apunta a que habrá cambios en el IVA de una parte de los alimentos básicos para rebajar la imposición que hasta ahora se les aplica. «No habrá rebajas generalizadas del IVA», apuntan fuentes de la negociación. Pero sí «descensos en algunos productos». Por ejemplo, el del pescado, que ahora está en el 10 % y que podría descender al tramo del 4 %. La legislación actual cuenta con un IVA del 21 % para determinados productos vinculados a la alimentación (zumos o bebidas refrescantes), el 10 % (pescado, aceites, pasta, yogures, agua embotellada, café o conservas) y del mínimo 4 %( huevos, verduras, frutas, legumbre, pan, queso o leche). Aunque una rebaja del IVA será visible desde el primer día en que se aplique, desde el Ejecutivo insisten en que no es la fórmula con la que se consiga que baje el coste de los alimentos. «Hay que insistir en vigilar los márgenes de las distribuidoras», apuntan algunas fuentes. Se descarta, eso sí, un nuevo impuesto que grave los beneficios de las grandes compañías del sector, como pedía Unidas Podemos.
La otra gran medida, a falta de detalles técnico, será la ayuda para que las familias vulnerables puedan hacer frente de forma más flexible a la cesta de la compra. El Gobierno trabaja con una inyección directa de dinero (está por determinar si se trata de 300 euros) a los hogares con mayores necesidades. Además, en la negociación el partido morado ha incluido una nueva variable: que la ayuda tenga un alcance mayor, para la clase media, hasta 10 millones de hogares. Se habilitará un pago directo a los beneficiados. Y aquellos a los que no pueda llegar directamente lo podrían solicitar a la Administración, como ya ocurre con el bono térmico, por ejemplo. Lo que está prácticamente descartado es que continúe la bonificación al combustible para todo el mundo.