El Gobierno reclama a la Xunta informes para nuevos parques eólicos que ya le ha enviado

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

CESAR QUIAN

Las instalaciones suministrarán a Alcoa y a Showa Denko

05 ene 2023 . Actualizado a las 20:57 h.

La Consellería de Medio Ambiente envió este miércoles una carta a la Delegación del Gobierno en Galicia en la que aclara que los informes relativos a los nuevos parques eólicos Levante, Orzar y Tornado fueron enviados a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente el 20 de noviembre.

La consellería remitió la citada misiva en respuesta a un requerimiento del 28 de noviembre del área de Industria y Energía de la Delegación para que presentase esos documentos de forma urgente en un plazo de 30 días. Pero cuando se formuló el requerimiento, los informes ya estaban en manos del ministerio.

Los parques eólicos Orzar y Tornado tendrán una potencia de 133 megavatios y se levantarán en terrenos de los concellos de Carballo, Val do Dubra, Tordoia y Trazo. Requerirán una inversión de casi 98 millones de euros. La energía que generarán suministrará a la planta de la multinacional japonesa Showa Denko en A Coruña, donde está prevista una ampliación para fabricar ánodos de grafito para baterías de vehículos eléctricos.

El parque Levante alcanzará los 106,4 megavatios de potencia y afectará a los municipio lucenses de Triacastela, As Nogais y Becerreá, donde se instalarán los aerogeneradores, y a Baralla, Baleira y Pol, por donde discurrirá la infraestructura. El parque suministrará a la planta de Alcoa en San Cibrao, dedicada a la producción de alúmina y aluminio, que requiere un importante consumo energético.

A causa de su elevada potencia, los parques requieren autorización del Gobierno. Además, al depender de ellos otros proyectos industriales, ha sido necesario acelerar su tramitación.

De ahí que el secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente enviase el 15 de noviembre un escrito a la Xunta solicitando que 28 proyectos eólicos —incluyendo los parques Levante, Orzar y Tornado— fuesen informados en un plazo de cinco días, con la advertencia de que serían archivados de no cumplirse ese límite temporal.

El domingo día 20, dentro del plazo, el Gobierno gallego remitió 20 informes de parques eólicos a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. El primero, según los registros informáticos de la Xunta, fue enviado a las 15.22 horas; el último salió a las 20.22 horas de ese mismo día.

En el organismo estatal no abrieron los archivos hasta última hora del día siguiente, el lunes 21. Según el registro de la Xunta, los 20 documentos fueron descargados uno detrás de otro entre las 23.00 y las 23.03 horas.

El hecho de que no fuesen tramitados hasta última hora del día, a pesar de la urgencia con la que fueron requeridos, causó malestar en el seno de la consellería. Su responsable, Ángeles Vázquez, mostró en diciembre su sorpresa «como responsable dos funcionarios [...], porque [en el Gobierno] non tiveron a decencia de abrir os correos ata o luns ás once da noite. Iso é xusto? E dende entón non responderon, e é a súa competencia autorizar os parques».

Las declaraciones de la conselleira y el intercambio de requerimientos y cartas de las últimas semanas evidencian las tensiones existentes entre las Administraciones, la central y la autonómica, por la gestión de los nuevos proyectos eólicos. La Unión Europea, empujada por la guerra de Ucrania y la crisis energética, ha decidido acelerar esos proyectos. El Gobierno, de acuerdo a ese objetivo, marcó una serie de hitos —fechas límite— para aprobar los planes. La propia conselleira criticó en diciembre que esos plazos se impusieron «avalados por ninguén» y, al perder los promotores sus derechos si no los cumplen, se han traducido en un «incremento xigantesco do número de proxectos» que han saturado los servicios autonómicos que deben informarlos.