El encuentro, aún sin avances, llega tras siete meses de bloqueo por diferencias sobre cómo trasladar la inflación a las nóminas
19 ene 2023 . Actualizado a las 20:32 h.Primera toma de contacto entre los empresarios de la CEOE y las organizaciones sindicales CC.OO. y UGT para abordar una de las piedras angulares que definen del mercado laboral en España: la negociación colectiva, o, lo que es lo mismo, las directrices para fijar la subida de los salarios en los convenios que se negocian en todo el país. Han tenido que pasar siete meses desde que la patronal se desvinculara de estas conversaciones, que nunca estuvieron en un estado avanzado. En el transcurso de ese tiempo han mediado unas elecciones, las de la presidencia a la CEOE, que tuvieron lugar el pasado mes de noviembre y tras las que Antonio Garamendi volvió a ser reelegido en el cargo al frente de la patronal. Ese ha sido un punto de inflexión de cara al nuevo año, según apuntan fuentes cercanas a la negociación.
Una vez superada aquella cita electoral, el desbloqueo se ha materializado este jueves en una reunión que ha sido la primera con carácter formal que han mantenido los agentes sociales tras un cruce continuo advertencias lanzadas desde ambas partes en forma de protestas y llamadas a la cordura y la responsabilidad por parte del Gobierno, en general, y de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en particular. Aunque en este tiempo sí ha habido contactos puntuales para tratar de desbloquear las posiciones.
En el encuentro en el que se reanudaron las conversaciones participaron representantes de alto nivel de las organizaciones: Rosa Santos, directora de relaciones laborales de la CEOE; Mari Cruz Vicente, secretaria de acción sindical de CC.OO.; y Fernando Luján, vicesecretario general de políticas sindicales de UGT.
Destensar el conflicto
Todas las partes coinciden en señalar que «no ha habido avances» con respecto a las posiciones iniciales, indican fuentes consultadas por este diario. De hecho, fue un encuentro «sin orden del día» y del que no se podía esperar ningún gran acercamiento. Aunque, al mismo tiempo, esas fuentes aclaran que los agentes del diálogo social han mostrado su disposición «para volver a reunirse», a pesar de que no han fijado ningún calendario concreto. Y admiten que un hipotético avance destensaría las relaciones, a nivel general, y la conflictividad que pueda llegar en el futuro.
En lo que ambas partes siguen inamovibles es en las posturas que precisamente llevaron a la ruptura de las negociaciones en mayo del año pasado. Por una parte, la posibilidad —demandada por los sindicatos— de incluir las cláusulas de revisión salarial vinculadas a la evolución del IPC. Es decir, que los acuerdos que se establezcan incluyan la activación automática de esta vinculación con la inflación para que no se produzcan pérdidas de poder adquisitivo y se suban los sueldos en la misma proporción en que lo hagan los precios. La CEOE mantiene su negativa rotunda a esta posibilidad, al considerar que la situación de cada empresa o sector es distinta y no se pueden realizar este tipo de generalizaciones. Por otra parte, no hay ningún acercamiento en cuanto al porcentaje que la negociación colectiva pueda plasmar para que suban los sueldos. Pocas eran ya las esperanzas para que patronal y sindicatos retomaran el contacto para avanzar en el V Acuerdo para la Negociación Colectiva (AENC), bloqueado desde finales del 2021. Las demandas de UGT y CC.OO. para abordar una subida de salarios en plena escalada de la inflación rompió todos los lazos de unión entre ambas partes.
Ahora, la intención es suavizar posturas para llegar a un acuerdo, aunque sigue sin antojarse fácil. Especialmente en un momento en el que el Gobierno está a punto de anunciar cuánto subirá el salario mínimo interprofesional, una de las cuestiones más espinosas que debe afrontar Trabajo aun sin el consenso del diálogo social.
Durante estos meses se han firmado numerosos acuerdos salariales de ámbito sectorial o en empresas. La subida salarial media pactada por convenio a lo largo del año fue cercana al 2,8 %, según el Ministerio de Trabajo. Se trata del mayor incremento de las retribuciones desde el 2008, en plena burbuja económica previa a la anterior recesión financiera. Sin embargo, la pérdida de poder adquisitivo fue la mayor en décadas, ya que la inflación fue muy superior, del 8,4 %.