Los enviados de Bruselas que vigilan los fondos europeos llegan a Madrid en plena polémica

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La presidenta de la comisión y Calviño han tenido sonados roces

21 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las mujeres y hombres de negro ya están en España. Los diez miembros que forman parte de la comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo —que tienen como encargo analizar cómo se está gastando el Gobierno los fondos europeos— aterrizaron este lunes en Madrid. Y lo hicieron en un momento turbulento. Hace solo unos días, la presidenta de la comisión y miembro del Partido Popular Europeo, Monika Hohlmeier, y la vicepresidenta económica española, Nadia Calviño, protagonizaron un sonado roce después de que la europarlamentaria alemana afeara la filtración a los medios de una carta enviada a su despacho por la propia Calviño.

Criticaba Hohlmeier que era «sorprendente» que la misiva de la ministra «fuese compartida con la prensa», incluso poco después de que ella misma la recibiera. No era la única crítica de la alemana: «Fue interesante leer que parece que usted pasa la responsabilidad del éxito del fondo de recuperación y resiliencia a las comunidades», afeaba Hohlmeier. A pesar del tenso telón de fondo que marca la llegada de la comisión, el Gobierno aseguraba estos días que espera un clima conciliador. A cambio, prometen «máxima transparencia».

El Ejecutivo de Sánchez cuenta con una buena baza a su favor. La Comisión Europea anunciaba el viernes su decisión de desbloquear el tercer desembolso de los fondos europeos, dotado con 6.000 millones de euros, un gesto con el que en Bruselas parecían dar el visto bueno a los hitos y compromisos alcanzados por España como parte del Plan de Recuperación.

Pero los hombres de negro son harina de otro costal. Sobre todo, a tenor de los nombres que conforman esta comisión. A Hohlmeier la acompaña un grupo de diez eurodiputados —cinco titulares y cinco acompañantes— que proceden, en su mayoría, de España. Entre los titulares, el Gobierno cuenta con dos aliadas: la italiana Caterina Chinnici y la española Isabel García Muñoz, ambas pertenecientes a la gran familia socialista europea. Esta última ha sido la encargada de revelar las fricciones que existen dentro de la comisión. García se ha mostrado estos días muy crítica con Hohlmeier, a la que ha acusado de falta de neutralidad, llegando a asegurar que la misión se ha politizado. Esta europarlamentaria criticó que se esté haciendo un interés partidista del viaje ante un contexto preelectoral.

Pero los otros tres miembros no forman parte del lado amigo. Además de Hohlmeier y el portugués Fernandes (del PP europeo), la lista la completa el eurodiputado Jorge Buxadé, de Vox, que se apuntó a la delegación supervisora a última hora. Este contingente lo completan otro cinco acompañantes: dos del partido Ciudadanos, una socialista, una eurodiputada del PP y otro de Catalunya en Comú.

Desde estas filas también se han vertido importantes críticas. Muchas de ellas apuntan directamente a la ministra de Industria, Reyes Maroto, que se cayó a última hora del programa de entrevistas que tenían previsto hacer los eurodiputados: «No es de recibo la cancelación de la reunión con la ministra Maroto», se quejaba Susana Solís Pérez, de Ciudadanos.

Apretada agenda

A los hombres de negro les espera una apretada visita. Este lunes mantuvieron encuentros con las autoridades de cinco autonomías, con la CEOE, la patronal automovilística Anfac, la Cámara de Comercio de España y con la propia Calviño. Este martes se reunirán con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la patronal de autónomos ATA, UGT y la patronal bancaria. Cerrarán el viaje con el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá.