Estas son las novedades que vienen en las pensiones

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

La propuesta del Gobierno incluye calcular la prestación con los últimos 29 años cotizados a partir del 2044, subir las mínimas hasta el 60 % de la renta mediana en cuatro años o duplicar desde el 2029 el coste del mecanismo de equidad

11 mar 2023 . Actualizado a las 13:52 h.

Convocados de urgencia con apenas 24 horas de antelación, sindicatos y patronal se reunieron al mediodía de hoy en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para recibir el documento con las propuestas pactadas por el ministro, José Luis Escrivá, con Bruselas para acometer el segundo bloque de reforma del sistema público de pensiones. Aunque en el encuentro de este viernes, que fuentes del ministerio calificaron de «muy productivo», no se adoptó acuerdo alguno -más allá de recibir la información detallada y por escrito- la mesa de diálogo social volverá a reunirse el lunes. Los empresarios, a diferencia de los sindicatos, ya se han desmarcado de un acuerdo y han criticado con dureza las formas del Ejecutivo -negociando con Europa y no con los agentes sociales, en una insólita cesión de soberanía- y el fondo del documento. 

Estas son las principales novedades que incluye la reforma que quiere aprobar el Gobierno, con el objetivo de «establecer las bases y fundamentos de nuestro sistema de pensiones para los próximos 30 años»:

elevación del período de cómputo

Veinte años para elegir el sistema. Para los próximos 20 años se establecerá un régimen dual del periodo de cómputo, que permitirá elegir entre la más beneficiosa de estas posibilidades: o bien los 29 últimos años de carrera, descartando los dos años peores, o el periodo de cómputo actual (los 25 últimos años). La primera posibilidad se desplegará progresivamente durante 12 años a partir del 2026. Esto beneficiará especialmente a los trabajadores con carreras irregulares, según subraya el ministerio. 

Cobertura de lagunas

Favorece a las mujeres. El modelo actual de cobertura de lagunas, es decir, de aquellos meses en lo que no existe obligación de cotizar y que son tenidos en cuenta para calcular las pensiones, se mantiene con una mejora para las mujeres. La reforma mantiene que los vacíos de cotización se compensen con el 100 % de la base mínima los primeros cuatro años, y con el 50 % de la base mínima a partir del quinto año, añadiendo para las mujeres trabajadoras por cuenta ajena, el 100 % de la base mínima entre el mes de vacío 49 y el 60 (es decir, hasta el quinto año) y el 80 % de la base mínima entre el mes 61 y el 84 (entre el quinto y el séptimo año).

brecha de género 

Reducirla elevando el complemento anual. El complemento de brecha de género se aprobó en febrero del 2021 para reemplazar al antiguo complemento de maternidad. Cabe recordar que la justicia europea lo declaró discriminatorio, además de tener un diseño regresivo. La reforma recoge un incremento del 10 % adicional a la revalorización anual del citado complemento en los años 2024 y 2025. El complemento aporta una cantidad fija por hijo y está destinado a mujeres, excepto cuando sea la carrera laboral del hombre la que se viera más afectada por el nacimiento de la criatura.

MEJORA DE LAS PENSIONES MÍNIMAS

Hasta que alcance el 60 % de la renta mediana. Del mismo modo que la última subida del salario mínimo interprofesional (SMI) lo ha equiparado al 60 % del salario mediano del país, como estaba comprometido en la Carta Social Europea, el Ejecutivo pretende hacer lo mismo con las pensiones mínimas. Para ello la reforma establece medidas para que la cuantía de la pensión mínima contributiva se aproxime al 60 % de la renta mediana, tomando como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo, que alcanzaría entre el 2024 y el 2027 el 60 % de la renta mediana correspondiente a un hogar de dos adultos.

Por renta mediana se entiende el valor que, ordenando a todos los individuos de menor a mayor ingreso, deja una mitad de estos por debajo de dicho valor y a la otra mitad por encima.

El ministerio explica que también se establece un proceso similar para la evolución de las pensiones no contributivas, que crecerían hasta converger en el 2027 con el 75 % del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.

Destope de la pensión y la base máxima

A partir del próximo año y hasta el 2050. Si hasta ahora las medidas detalladas se centraban en la parte del gasto, es decir, de elevar las prestaciones de jubilación, el documento también recoge actuaciones para incrementar los ingresos del sistema y poder asumir las mejoras de las prestaciones. Así, se acometerá una subida progresiva de las bases máximas de cotización, de modo que entre el próximo año y el 2050 se les sumará al IPC anual (con el que se eleva cada año) una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Del mismo modo, las pensiones máximas se revalorizarán año a año con la cuantía anual del IPC más un incremento adicional de 0,0115 porcentuales acumulativos cada año hasta el 2050. A partir de esa fecha y hasta el 2065 habrá incrementos adicionales, aunque desde la Seguridad Social no se han detallado.

CUOTA DE SOLIDARIDAD

Hasta el 6 % para la parte del salario exenta por superar el máximo de cotización. Otro modo de conseguir recursos adicionales para el sistema público de pensiones será la aplicación de una cuota de solidaridad sobre la parte del salario que actualmente no cotiza por superar el tope máximo de cotización, que desde el 1 de enero de este año está en 4.495,50 euros mensuales. Dicha cuota será del 1 % en el 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6 % en el 2045. Por ejemplo, a una persona que gane 500 euros por encima del tope máximo de cotización, sólo se aplicaría por esos 500 euros y no por todo su salario, cotizando 5 euros adicionales en el 2025.

MECANISMO DE EQUIDAD INTERGENERACIONAL

El colchón frente a la jubilación del baby boom. El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) es una cotización finalista creada en el 2021, dentro del primer bloque de la reforma de las pensiones, y que tiene como objetivo crear un colchón de reserva para afrontar tensiones de gasto, en línea como los que existen en otros países como Francia, Portugal o Suecia.

El MEI está destinado a incrementar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida hucha de las pensiones, a través de una aportación extra en la cotización mensual. Sustituye al Factor de Sostenibilidad, aprobado en la reforma del 2013 realizada por el PP, que nunca llegó a entrar en vigor porque fue derogado por el actual Gobierno. «Con el factor de sostenibilidad un joven de 20 años habría visto reducida en un 17 % su pensión de entrada si se jubilase en 2070; en cambio, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional fortalece la solidaridad intergeneracional al garantizar a los más jóvenes que cobrarán la pensión sin recortes», señalan fuentes del ministerio.

De este modo, el MEI pasará del 0,6 % actual al doble (1,2 %) en el 2029, a un ritmo de una décima de subida por año, para reforzar el sistema durante los años en los que puede haber una mayor tensión por la jubilación de la generación del baby boom.

Cabe recordar que el 0,6 % de aumento de cotización por contingencias comunes que supone el MEI, se reparte entre el trabajador y la empresa con la misma distribución que las cotizaciones sociales generales: un 0,5 % el pagador y el 0,1 % restante el empleado. La traducción práctica es que el asalariado pierde un 0,1 % de su salario neto. En el caso de los autónomos, la cotización es variable. La previsión es que el MEI esté en vigor una década y que aporte entre 2.000 y 3.000 millones de euros adicionales a la hucha de las pensiones.

«Un individuo de 25 años que se jubile en el 2062 recibirá casi 20.000 euros más durante todo su período de jubilación con la reforma. Y, un individuo de 60 años y que se jubila en el 2027 incrementará en 5.300 euros los ingresos con la reforma», indican las mismas fuentes.

COmpletar la reforma del 2021

Blindar la revalorización de las pensiones. Una de las claves que destaca el departamento que dirige Escrivá es que este segundo bloque de medidas «completa» la reforma que se aprobó por consenso social en el 2021 y que, como principal medida, blindaba la revalorización de las pensiones «presentes y futuras», al volver a vincular su revisión anual al IPC medio del año anterior, derogando el índice diseñado por el Gobierno del PP, que hacía variar la revalorización en función de la evolución de la economía.

Fuentes de Seguridad Social subrayan que con los cambios previstos se  «garantiza la sostenibilidad del sistema», a través de un reforzamiento de los recursos que evita cualquier tipo de recorte. En contra de las acusaciones de los empresarios, que cargan contra el aumento de las cotizaciones sociales, calificando de «voracidad recaudatoria» la propuesta de Escrivá, el ministerio sostiene que el incremento de ingresos tiene un impacto muy limitado en los costes laborales por hora, que en el máximo impacto en el 2050 llega a 37 céntimos (un aumento de 1,6 %) y en el 2030 es de 23 céntimos. «Son niveles que preservan la competitividad de las empresas españolas, con costes laborales por hora que se sitúan 10 euros por debajo del promedio de la zona euro, 15 euros por debajo de Francia, o 14 euros por debajo de Alemania».