La falta de trabajadores compromete un año prometedor para el turismo

S. Cabrero / M. Mosteiro / A. González / R. Nóvoa REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

«Es posible que no haya oferta para tanta demanda», advierte el sector

13 mar 2023 . Actualizado a las 13:39 h.

El turismo afronta una temporada prometedora. Después de tres años con las restricciones asociadas a la pandemia asfixiando a los negocios, el 2023 avanza como el año definitivo de la recuperación. Pero no es oro todo lo que reluce.

El sector sigue padeciendo una una grave falta de personal. Un contratiempo este que fue una constante durante el 2022. Y todo apunta a que así seguirá siendo durante esta esta temporada. Faltan cocineros, camareros, recepcionistas, monitores de actividades deportivas... La lista es larga y el problema no tiene visos de una pronta solución. «Las previsiones apuntan a que este año, tanto en verano como en Semana Santa, va a ser bueno en cuanto a ocupación. Pero va a ser muy complicado en el tema de la contratación», resume Cesáreo Pardal, presidente del Clúster del Turismo de Galicia.

Nadie en el sector se atreve a ponerle cifra a los trabajadores hacen falta, pero son muchos los empresarios que llevan ya tiempo advirtiendo que no encuentran gente para cubrir puestos que son imprescindibles para sacar sus negocios adelante: «A nosotros nos sigue llamando mucho la atención que, con tres millones y medio de parados, no encontremos personal para trabajar», denuncia Pardal.

Eso sí, se agarra a la resiliencia demostrada por el turismo en estos últimos años para ver el vaso medio lleno. «El sector se va a amoldar a la situación y en vez de abrir ocho horas el restaurante igual tiene que abrirlo solo cuatro, pero resistirá». Aunque, eso sí, admite que puede que no «haya oferta para tanta demanda».

«Si no encuentro camareros, no puedo dar el servicio que me gustaría»

El gerente de la céntrica cafetería San Nicolás de A Coruña, Javier Álvarez, lamenta que tienen «dificultades para contratar durante todo el año», pero especialmente en las fechas señaladas, al tratarse de estancias cortas o temporales. «Cuando hay momentos puntuales en que necesitas personal, bien sea por vacaciones de la plantilla, por bajas o por épocas de consumo más alto, como Semana Santa, carnaval o verano, muchos te dicen que no les compensa trabajar. Hay gente que tiene una prestación por desempleo y que opina que no le merece la pena tener contrato por unos días», explica.

«A veces para contratar a alguien hay que pagarle mucho más de lo que establece el convenio por esas horas. Entonces, tampoco nos compensa porque aunque sean fechas señaladas, eso no es una garantía de que vayamos a facturar más dinero. En A Coruña, la afluencia de gente depende mucho del tiempo. Si llueve, a lo mejor no tenemos clientes», detalla el hostelero, que cuenta con tres camareros en su establecimiento, que abre de 7.30 a 23.00 horas. «Cuando tengo que reforzar la plantilla y no encuentro, en algunas ocasiones no puedo dar el servicio que me gustaría. Si se llenan todas las mesas, seremos más lentos», lamenta Javier, que añade que esto puede perjudicarles porque algunos clientes tal vez no vuelvan. «La situación es, cuanto menos, delicada», subraya Álvarez.

«Busco cocinero desde hace un año»

Fran Lampón abrió hace casi un año Casa Filiberto, en la carballeira de Santa Minia, en Brión, después de trabajar para otros hosteleros. Y lo hizo con dos ideas claras. Una era hacer cocina de mercado, y la otra, «igual de importante, conciliar tanto yo como mi plantilla. Muchas semanas no se hacen las 40 horas, pero lo que quiero y busco son personas implicadas, con interés, y con formación. Sigue habiendo sitios con horarios de vergüenza, pero no todos somos iguales».

Hace casi un año que busca cocinero, y hace poco más de una semana lanzó otra oferta de empleo para encontrarlo, pero entre las diez propuestas que recibió «llegó una de una persona que había trabajado en márketing, y quería probar; y otra que no sabía nada de cocina, pero quería que le hiciera una prueba». El cocinero y propietario de Casa Filiberto insiste en que «de la misma forma que no se presentan para una oferta de mecánico personas sin formación, al menos teórica; no pueden pretender ser cocineros de un restaurante, personas que no tiene nada de formación. No vale que te salga muy rica la tortilla en casa». Fran echa en falta «un auténtico interés por la cocina. Por aquí pasaron algunos alumnos del instituto, que compaginaban sus estudios con un contrato laboral, no en prácticas, sino como ayudante de cocina, pero veo mucho desinterés. Da la sensación de que lo único que quieren es llegar cocinar y marcharse. Hay poco interés por aprender. Hablando con profesores del instituto reconocen que, desde hace unos años, hay poca emoción». Eso sí, se muestra seguro de que «los mejores alumnos, los que demuestran interés, están rabajando».

«Ofrezo soldos bos e aloxamento»

El Asador´s Jose fue un local que durante años se convirtió en una referencia para los viajeros que iban y venían de Madrid a Galicia por la autovía de las Rías Baixas (A-52) a la altura de Riós, en la provincia de Ourense. Era, y seguirá siendo, un local con una decoración llamativa y una amplia carta que incluía una casi infinita carta de carnes, incluidas las exóticas y otros productos de primera calidad. Cerró con la pandemia y ahora su propietario Jose Manuel Barrio ultima su reapertura para los meses de mayo y junio. Lo que no contaba era con las dificultades que está teniendo para sumar personal a este proyecto ubicado en este municipio ourensano del rural. «Está moi complicado lograr camareros e cociñeiros, pero estamos buscando también en Portugal para lograr un equipo competente que non nos falle. Estamos tocando todas as portas, tamén a de xente que tiñamos antes de pechar», explica.

En su caso necesita un equipo de entre doce y catorce personas y, consciente de la ubicación de Riós, ofrece a los candidatos alojamiento: «Ofrezo soldos bos e aloxamento nunha casa para eles con todos os gastos pagados».

De cara a la reapertura del local, Jose Manuel Barrio explica que ofrecerá platos nuevos y que tratará de innovar en una apuesta que siempre ha llamado la atención de los comensales por salirse de lo tradicional. «Considero que despois da pandemia este é o momento adecuado para abrir as portas cunha imaxe renovada e cun local reformado».