La OCDE defiende la subida de tipos, pero alerta de su impacto en el crecimiento y los bancos
ECONOMÍA
La organización rebaja las expectativas de crecimiento del Gobierno español al 1,7 %
17 mar 2023 . Actualizado a las 13:35 h.La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha rebajado este viernes las expectativas de crecimiento del Gobierno para la economía española.
Aunque el organismo estima que el producto interior bruto (PIB) avanzará un 1,7 %, tres décimas más de lo que calculó el pasado noviembre, la cifra se queda todavía a casi medio punto de las proyecciones del Ejecutivo de Sánchez (2,1 %). Aún así, mejora la de Bruselas, que limita el crecimiento de la economía española este año al 1,4 %. Se trata del mejor dato entre las grandes economías de la eurozona. Francia apenas avanzará un 0,7 %; Italia un 0,6 % y Alemania solo un 0,3 %, coqueteando con el estancamiento.
La inflación en el punto de mira
¿A qué se debe esta revisión más optimista? A que la inflación en España se está apaciguando -según el organismo despedirá el año en el 4,2 %-, gracias en buena medida al enfriamiento de los precios energéticos y a pesar de que los alimentos siguen al alza. En los países vecinos, los precios se resisten a ceder terreno. La OCDE calcula que la inflación este 2023 en Alemania será del 6,7 %; del 5,5 % en Francia y del 6,7 % en Italia. No obstante, la organización estima que en el 2024 el índice se enquistará en España en el 4 %, mucho más alto que el 2,5 % de Italia y Francia o el 3,1 % de Alemania.
Uno de los factores que pesan en esa lenta reducción es el repunte particularmente marcado (y preocupante) en España de la inflación subyacente, la que excluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos frescos, que pasará del 3,8 % en el 2022 al 5 % este año, según recoge Efe. Moderará su subida al 3,7 % en el 2024, siendo un umbral muy superior a la media de la eurozona (3 %) así como a las de Alemania (3,1 %), Francia (2,3 %) e Italia (2,9 %).
«Todavía se necesitan más aumentos de las tasas de interés»
Con este escenario, el organismo ha respaldado este viernes la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir medio punto los tipos de interés, hasta el 3,5 % de referencia. «La política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que haya señales claras de que las presiones inflacionarias subyacentes se reduzcan de forma duradera», señala, según Europa Press.
Es más. La OCDE considera que tanto en Estados Unidos como en la eurozona, «todavía se necesitan más aumentos de las tasas de interés», por lo que considera probable que, dada la lentitud en el retroceso de la inflación subyacente, las tasas oficiales se mantengan altas hasta bien entrado el año 2024, lo que supone alargar la presión sobre los hipotecados y empresas.
El coste: menos crecimiento y turbulencias bancarias
Como contrapartida, el organismo admite que la subida de tipos dañará el crecimiento económico, al restringir y encarecer el crédito, y podría desencadenar problemas bancarios como los vistos en la última semana.
La amenaza de que la inflación se cronifique, podría obligar a los bancos centrales a mantener los tipos de interés más altos de lo previsto por los bancos, ocasionando sustos financieros. «El aumento de la tensión en los hogares y las empresas, y el mayor potencial de incumplimiento de los préstamos, aumentan los riesgos de posibles pérdidas en los bancos y las instituciones financieras no bancarias», apunta la OCDE.
Para la institución, los cambios bruscos en los tipos de interés del mercado y en el valor de mercado actual de las carteras de bonos también podrían exponer aún más los riesgos de duración en los modelos comerciales de entidades financieras, como lo puso de manifiesto la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank.
En este sentido, considera que las acciones adoptadas inmediatamente para salvaguardar a los depositantes, mientras que se penaliza a los accionistas, y la regulación mejorada después de la crisis financiera mundial «reducen el riesgo de un amplio contagio financiero».
«Han comenzado a aparecer señales del impacto de una política monetaria más restrictiva en partes del sector bancario, incluidos bancos en los Estados Unidos», apunta la OCDE, que también destaca que el crecimiento crediticio real y esperado se ha desacelerado en varias economías, incluida la eurozona.