El Estado se queda casi un 40% del salario bruto entre impuestos y cotizaciones sociales

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

Chema Moya | EFE

La OCDE constata que los sueldos reales en España se redujeron un 5,3 % el año pasado por culpa de la inflación

25 abr 2023 . Actualizado a las 20:17 h.

La inflación hizo estragos en el poder adquisitivo de los españoles el año pasado, con una caída del 5,3 % de los salarios reales (descontando de estos el efecto del incremento del nivel general de precios), según los cálculos publicados ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dentro de un informe sobre la fiscalidad de los salarios. Según este organismo, que aglutina a 38 de las mayores economías mundiales, a pesar de que ha habido un incremento generalizado de los salarios y, por tanto, un crecimiento de los mismos en términos nominales, la subida ha sido inferior al incremento del coste de la vida, por lo que, en términos reales, se ha producido una pérdida de poder de compra.

La erosión de las nóminas no es un fenómeno español, ya que se replica en otros 34 de los 38 Estados miembros de la OCDE. Únicamente Hungría, Colombia y Suiza registraron incrementos de los salarios medios, descontada la inflación, con alzas del 2,6, el 1,5 y el 0,1%, respectivamente.

Por contra, en el lado de los países donde los asalariados han perdido poder adquisitivo hay ocho con caídas superiores a las registradas en España. Se trata de Estonia (10%), Turquía (8,8), los Países Bajos (8,3), Grecia (7,4), la República Checa (7), México (6,8), Lituania (6,3) y Letonia (6,2).

Sin embargo, la depreciación de los salarios en España fue diez veces superior a la registrada en Francia (con una caída del 0,5%), tres puntos superior a la de Italia (2,2) y un punto y medio por encima de la de Alemania (3,9), país que tuvo una tasa de inflación similar a la española el año pasado, pero donde la mayor subida de los sueldos amortiguó el golpe.

Carga fiscal

En su análisis sobre la denominada «cuña fiscal» —la parte del salario bruto que se queda el Estado en concepto de cotizaciones sociales, tanto del empleado como de la empresa, y por el impuesto sobre la renta—, la OCDE calcula que la presión fiscal media se sitúa en España en el 39,5 % para un trabajador soltero sin hijos (llegó a ser del 40,7 % en el año 2014, el último ejercicio de la crisis financiera) y en el 34,4 % para un asalariado casado con dos hijos. Ese alivio fiscal por las circunstancias familiares (del 5,1 % en España) está casi cuatro puntos por debajo de la media de la OCDE (donde asciende al 8,9 %).

La mayor parte de la fiscalidad salarial la asumen las empresas, cuyas cotizaciones sociales ascienden, de media, al 29,9 %. La contribución de los empleados a la Seguridad Social es del 6,35 % en promedio y otro 15 % lo abonan también los trabajadores, pero en concepto de impuesto sobre la renta. Un porcentaje, este último, todavía un punto y medio por debajo de los niveles de presión fiscal en el IRPF de los salarios que se alcanzaron antes de la última reforma del impuesto, que entró en vigor en el 2015.

El Gobierno presiona a la CEOE

La pérdida de poder adquisitivo de los salarios evidenciada por la OCDE llevó ayer al presidente del Gobierno y a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a urgir a la patronal CEOE a cerrar con los sindicatos un acuerdo marco para la negociación colectiva. En esa línea, Pedro Sánchez reprochó que los márgenes empresariales «están aumentando más que los salarios».