El impuesto a las grandes fortunas recaudará la mitad de lo previsto por un error de Hacienda

Clara Alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

FERNANDO ALVARADO | EFE

El Ejecutivo aspiraba a ingresar 1.500 millones al año

18 jun 2023 . Actualizado a las 18:34 h.

Nuevo error de cálculo legal y recaudatorio del Ministerio de Hacienda. El modelo aprobado para la liquidación del impuesto de solidaridad sobre las grandes fortunas contiene un auténtico patinazo que desembocará en menores ingresos para el Estado de los estimados en un principio. Sobre todo porque librará de buena parte de su pago a los contribuyentes de comunidades como Galicia, Madrid o Andalucía, para las que precisamente estaba pensada esta tasa, dado que son las regiones que actualmente bonifican de una forma más generosa a sus altos patrimonios.

La clave del error está en el denominado escudo fiscal, por el que el pago de impuestos (calculado sumando la cuota de IRPF, patrimonio y solidaridad) no puede superar en ningún caso el 60% de la base imponible del IRPF. «En caso de superarse este porcentaje, la cuota del impuesto de solidaridad se reduce hasta un 80%», recuerdan desde la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). La redacción del modelo de liquidación definitivo publicado esta semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE) implica que las grandes fortunas podrán computar en el cálculo lo que les tocaría pagar por el impuesto de patrimonio sin bonificación, y no solo la cantidad que tendrían que abonar realmente si, por ejemplo, se encuentran en Madrid o Andalucía, donde se bonifica al 100 % —es decir, no tendrían que pagar nada— o en Galicia, donde lo hace al 50%. Así, resultará mucho más fácil alcanzar el 60% que permite acceder a la deducción. 

El Gobierno trató de cambiar en su momento este error a través de la Orden Ministerial del modelo. Sin embargo, recibió un auténtico jarro de agua fría cuando la pasada semana el Consejo de Estado emitió un dictamen en el que dejó claro que lo que el Ejecutivo consideraba una «mera aclaración», implicaba en realidad contravenir la ley de Patrimonio y de Grandes Fortunas «de modo palmario y por un cauce totalmente improcedente, tanto desde la perspectiva del rango normativo de la disposición como desde la garantía de la seguridad jurídica».

Con este telón de fondo, Hacienda se ha visto obligada a dejar el texto sin modificar, por lo que recaudará menos de lo estimado con el gravamen que se debe que abonar entre el 1 y el 31 de julio de este año, en pleno mes electoral. En sus previsiones, el Ejecutivo aspiraba a recaudar unos 1.500 millones de euros al año con el impuesto, en principio temporal. Pero los fiscalistas consultados coinciden más con las previsiones de la AIReF, que considera que la reducción de la cuota implicará que el impacto se limite a unos 700 millones de euros, menos de la mitad de lo estimado. El impuesto, que se había diseñado para contrarrestar las bonificaciones aplicadas en algunas comunidades del Partido Popular, perderá así buena parte de su efectividad sobre las fortunas de más de tres millones de euros (con una exención para los primeros 700.000 euros). En concreto, el tipo que se aplica asciende al 1,7 % entre los 3 y los cinco millones de euros; del 2,1 % entre 5,3 y 10,6 millones; y del 3,5 %, los superiores.

En principio, el impuesto a las grandes fortunas gravará este año la riqueza acumulada en el 2023 y el próximo la generada en este ejercicio. Pero su temporalidad dependerá, y mucho, del resultado de las elecciones generales las elecciones generales del próximo 23 de julio. La propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, esbozó ayer la propuesta económica de Sumar que, entre otros puntos, también pondrá el foco en las grandes fortunas, para quien reclama que el impuesto sea permanente.