Zendal arranca su nueva planta de Portugal, que ampliará la producción en millones de dosis

El grupo biofarmacéutico gallego Zendal, propiedad de la familia Fernández Puentes, ensancha su etapa de crecimiento con la apertura de una nueva fábrica de vacunas humanas en la localidad de Paredes de Coura (Portugal), lo que ampliará su capacidad en millones de dosis reforzando el objetivo de la compañía de hacerse fuerte en la producción a gran escala en una coyuntura sanitaria en la que la prevención va a ser un aspecto clave. Así lo detalló ayer el consejero delegado de Zendal, Andrés Fernández, en la junta de accionistas de la compañía, en la que también se presentaron los resultados del último ejercicio: una cifra de negocio que supera los 120 millones.

Los hitos del 2022 (su vacuna contra la tuberculosis, y el primer antígeno ADN contra la leishmaniasis en perros, autorizado por la EMA) serán superados este año en curso de acuerdo con las previsiones que maneja el grupo (integrado por ocho empresas) para este ejercicio, al incorporar a la producción las plantas de Maymó y la portuguesa de Paredes de Coura, dos instalaciones que se añaden a los cinco centros operativos que ya tienen en marcha, tres plantas de I+D+i y una plantilla de 650 trabajadores.

El impulso de Zendal ha venido propiciado por la división de vacunas humanas (produce el antígeno del covid desarrollado por Novavax), y el negocio de las veterinarias. «El 2022 constituyó un espacio de transición tras el que concluimos con un período de consolidación, con nuevos proyectos —tanto en salud animal como humana—, y nuevas áreas de negocio que esperamos fortalezcan todavía más nuestro grupo empresarial», aseguró el consejero delegado ante los accionistas. La compañía emprende el próximo lustro «con una clara vocación de impulsar proyectos biotecnológicos propios, tanto en el terreno de la vacunología como en fármacos y probióticos», aseguró el consejero delegado ante los accionistas.

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