Los fondos de inversión toman el control del Grupo Celsa para asegurar su viabilidad
ECONOMÍA
La justicia avala que los acreedores se conviertan en accionistas de la compañía sustituyendo a los actuales propietarios
04 sep 2023 . Actualizado a las 18:31 h.El duro pulso que mantienen los acreedores y la familia Rubiralta por el control del Grupo Celsa se acerca a su fin. Al menos eso es lo que se desprende de la decisión del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona, que ha dado luz verde al plan de reestructuración que los fondos acreedores, capitaneados por el Deutsche Bank, presentaron para hacerse con la riendas de la histórica siderúrgica catalana, fundada en 1967 por los Rubiralta, y de la que dependen 7.000 empleos. Un plan que prevé la capitalización de parte de los 3.500 millones de deuda de la compañía y que supondrá la toma del control de prácticamente el 100 % de la empresa.
La sentencia, contra la que no cabe recurso, rechaza la posición de los fundadores, que se habían opuesto con numerosos escritos e incluso presiones políticas a entregar la propiedad del holding. En la resolución, el magistrado acuerda dar vía libre al plan por entender que «este reúne todos los requisitos legales, dado que el importe de la deuda es muy superior al valor de la compañía». La sentencia reconoce a los acreedores la facultad de desplegar su plan, que considera «la única alternativa viable a medio plazo para la totalidad del Grupo Celsa».
La empresa cuenta en Galicia con una factoría en A Laracha, en la que trabajan 150 personas, que desconocen cómo afectarán al futuro de la planta gallega los cambios en la dirección de la compañía. No obstante, la propia resolución judicial exige a los inversores que cumplan «estrictamente sus compromisos, preservando e incrementando el valor de la compañía, manteniendo su integridad, conservando los puestos de trabajo, y ello sin alterar los centros estratégicos de decisión que tanta relevancia tienen para la economía en su conjunto».