Ocho organizaciones exigen seguridad jurídica en Galicia para convertir el sector eólico en motor industrial

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

Entidades como EGA, Asime, CEG, CC.OO. y UGT constituyen la Mesa para o Desenvolvemento Renovable e Industrial de Galicia

26 sep 2023 . Actualizado a las 16:02 h.

Galicia cuenta desde este martes con una nueva plataforma en defensa del desarrollo de las energías renovables como motor económico e industrial de la comunidad. La han constituido ocho organizaciones sectoriales vinculadas de algún modo con ese sector, que han bautizado el movimiento como Mesa para o Desenvolvemento Renovable e Industrial de Galicia (MDRIG). La integran la Asociación Eólica de Galicia (EGA), la Asociación Gallega del Hidrógeno (AGH2), la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime), el Clúster de Enerxías Renovables de Galicia (Cluergal), Comisións ObreirasConfederación de Empresarios de Galicia (CEG), Federación Gallega de la Construcción (Fegacons) y Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT Galicia (UGT FICA).

La Mesa surge en un momento clave para el sector renovable, especialmente el eólico, que está viendo cómo el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) está decretando la aplicación de medidas cautelares que paralizan el desarrollo de nuevos proyectos. «Isto derivou nunha situación de inseguridade que fai perigar os proxectos en marcha, o que constitúe un obstáculo engadido ao exceso de normativa e burocracia que retarda os desenvolvementos, o que nos fai perder competitividade con outras comunidades ou con países veciños», advirtió la plataforma en una nota de prensa. 

Durante la constitución de la Mesa, las organizaciones pusieron de relieve que Galicia cuenta en la actualidad con 3.000 megavatios de potencia renovable con declaración de impacto ambiental favorable y autorizaciones de construcción sobre los que planea la sombra de la incertidumbre por si se producen nuevas medidas cautelares por parte del TSXG. La Mesa señala que si eso pasara se pondrían en riesgo 7.000 millones de euros en nuevas inversiones, a los que habría que sumar otros 2.500 millones en concepto de construcción de los parques, y más de 9.000 empleos. «Ante esta grave conxuntura e ameaza, cómpre dar un paso máis propiciando a colaboración de todas as entidades implicadas directa ou indirectamente na implantación de industrias a curto prazo».

Algunos de esos nuevos proyectos eólicos están vinculados a un contrato de suministro de energía a largo plazo con alguna industria gallega. Según datos de la propia Mesa, se manejan más de una treintena de propuestas nuevas que necesitan «con urxencia solucións de enerxía limpa e barata para poder continuar ou implantarse».

De este modo, los principales objetivos que se han marcado las ocho entidades son la defensa del sector, la elaboración de un estudio que cuantifique el impacto económico, laboral y social y su repercusión en la industria; e instar a todas las Administraciones a que impriman agilidad, estabilidad y garantías «que permitan avanzar con seguridade xurídica no desenvolvemento enerxético e industrial de Galicia».