Los supervisores retoman su cruzada contra el «exceso» de dividendos de la banca

c. alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Javier Lizon | EFE

El sector ignora la advertencia del BCE y del Banco de España y defiende que la mejora de beneficios permitirá mantener la retribución al accionista

13 oct 2023 . Actualizado a las 19:34 h.

El frenazo económico en la zona euro en un entorno de altos tipos de interés ha vuelto a poner en guardia a los supervisores bancarios. Tanto el Banco Central Europeo como el Banco de España comienzan a advertir cierto riesgo de deterioro en las carteras crediticias del sector, en un momento en el que familias y empresas deben hacer malabares para ajustar sus presupuestos y cumplir con el pago de sus deudas. Algo que ya se deja notar en el repunte, todavía muy tímido, que está experimentando la morosidad hipotecaria, que ha pasado del 2,3 % al 2,45 % este año, así como en el crecimiento de los denominados créditos en vigilancia especial, aquellos que no han sido impagados, pero que empiezan a dar las primeras señales de alarma.

Con este telón de fondo, ambas instituciones han redoblado los mensajes para que el sector sea extremadamente prudente en el reparto de dividendos. Algo que choca frontalmente con la reciente política de los bancos, cada vez más dispuestos a mejorar la remuneración a sus accionistas. La tensión entre las partes es palpable y las entidades así lo evidenciarán en la próxima ronda de resultados, que Bankinter inaugura el próximo jueves 19 de octubre. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ya sorprendió esta semana al asegurar en un encuentro financiero que «se puede estar generando un efecto espejismo» con los beneficios de la banca. Es decir: espera que el récord de ganancias de los últimos trimestres se frene próximamente. Y esto debería obligar a las entidades a no ser tan optimistas con los dividendos futuros.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, considera que «los bancos deben hacer una política prudente de las provisiones, destinando parte de la subida de los beneficios a corto plazo a aumentar su resistencia frente a la posible materialización de escenarios de riesgos».

Pero el sector no compra el mensaje.