El BCE congela en el 4,5 % los tipos de interés tras el mayor rali de su historia

Ana Balseiro
Ana balseiro MADRID | LA VOZ

ECONOMÍA

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo BCE

Lagarde no aclaró si han tocado techo, pero sí que no habrá bajada rápida

19 ene 2024 . Actualizado a las 20:14 h.

Alivio. Tal y como se esperaba —mercado y analistas ya lo descontaban—, el Banco Central Europeo (BCE) decidió en su reunión de este jueves congelar los tipos de interés en el 4,5 %, su máximo en más de 20 años. Esta pausa es la primera que acuerda el supervisor europeo tras iniciar el rali más agresivo de toda su historia. Y es que en quince meses ha encarecido el precio del dinero en diez ocasiones, ya que después de que en julio del 2022 diera un viraje de 180 grados en su política monetaria, el endurecimiento de las condiciones de financiación no ha dejado de intensificarse. El objetivo era acatar su mandato y reconducir la inflación hasta el entorno del 2 %, enfriando unos precios desbocados, que en España tocaron techo en julio del 2022, al rebasar el IPC interanual el 10 % de subida.

La institución que pilota Christine Lagarde ha tomado la decisión de echar el freno tras constatar que su agresiva estrategia endureciendo los tipos ha surtido efecto a la hora de controlar los precios. Esto, sumado al estancamiento del que ya da muestras la economía europea, ha sido determinante a la hora de decidir pausar la subida de los tipos. Ha pesado el miedo de que las tensiones geopolíticas —a la guerra de Ucrania, que va camino de su segundo año, se le suma ahora la de Oriente Medio— acaben pasando factura y provoquen una recesión, a caballo de los elevados precios de la energía y los combustibles, por lo que el BCE ha optado por la prudencia y mantener —sin tensarla más— la cuerda de la política monetaria.

Sin bajadas a la vista

Sin embargo, aunque los tipos se mantengan por el momento en el 4,5 %, de lo que el supervisor no tiene intención es de relajarlos. De hecho, Lagarde calificó de «totalmente prematuro» ese debate y advirtió que se mantendrán en niveles máximos un largo período de tiempo, ya que el objetivo sigue siendo contener la inflación en el entorno del 2 % de forma duradera, algo que aún no ha ocurrido y que la subida de la energía por el conflicto de Oriente Medio complica.

Hay que recordar que el IPC interanual de la eurozona se situó en el 4,3 % en septiembre, nueve décimas por debajo de la subida de agosto y su nivel más bajo en casi dos años. La tasa subyacente (excluye alimentos y energía) subió al 4,5 %, ocho décimas menos.

En el caso de España, la inflación escaló en septiembre hasta el 3,5 %, nueve décimas más que el mes anterior, lo que supone su mayor subida desde junio del 2022. La noticia positiva fue que la tasa subyacente mantuvo la moderación, bajando tres décimas, lo que la situó en el 5,8 %, que es su menor nivel desde el verano del año pasado.

En lo que respecta al crecimiento económico, Eurostat avanzó que el alza del PIB de la zona euro fue del 0,2 % en el segundo trimestre, dos décimas más que entre enero y marzo.

Es por ello que, atendiendo a estos indicadores macroeconómicos, el consejo de gobierno del BCE dejó en el 4,5 % la referencia para sus operaciones de refinanciación, mientras que la de depósito alcanza el 4 % y la de la facilidad de préstamo el 4,75 %.

«Las anteriores subidas de los tipos de interés acordadas por el consejo de gobierno siguen transmitiéndose con fuerza a las condiciones de financiación, lo que está frenando cada vez más la demanda y ayudando con ello al descenso de la inflación», señaló el BCE en un comunicado, en el que constata que, aun así, el coste de la vida seguirá siendo a medio plazo «demasiado alto durante demasiado tiempo».

El BCE afirmó que los tipos de interés «están en niveles que, de mantenerse durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial» a devolver la inflación al 2 %.

Cabe recordar que desde el verano del pasado año, la institución ha elevado los tipos en 450 puntos básicos, después de que se mantuvieran durante años en terreno negativo. Sobre qué hacer en el futuro, el BCE señala que continuará aplicando «un enfoque dependiente de los datos» para determinar el nivel de restricción y duración apropiados de la política monetaria, es decir, que dependerá de lo que aconseje la coyuntura, en una hoja de ruta idéntica a la de la Reserva Federal (Fed) americana.

La buena noticia es para los hipotecados, a quienes —por el momento— la soga de la cuota mensual no se les apretará más, aunque tampoco vaya a aflojarse.