
Continuará con la propiedad, tras la ruptura del preacuerdo con Cooke
01 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Con buena parte de la industria pesquera renqueante por dificultades de liquidez, Abanca ha decidido aparcar la venta de Nueva Pescanova, a la espera de tiempos mejores para encontrar un comprador solvente, que garantice el futuro y la integridad de la que todavía sigue siendo la primera empresa pesquera de España.
«Hemos aparcado la búsqueda de un socio industrial, vamos a confiar en el trabajo del nuevo consejero delegado, Jorge Escudero, que va a realizar un plan estratégico. Siempre habrá tiempo para buscar. La empresa va bien». Así lo anunció ayer el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, durante la presentación de la nueva sede del banco en el corazón de Vigo.
Poco después, en un comunicado, la entidad explicó su decisión de «abordar un nuevo posicionamiento en Nueva Pescanova para fortalecer su proyecto empresarial, su competitividad y su modelo de negocio».
Este cambio de estrategia que mantendrá a Abanca en la propiedad de la pesquera, con el 98 % de las acciones, se produce tras meses de infructuosas conversaciones con el grupo pesquero canadiense Cooke. «Las negociaciones, desarrolladas con gran profesionalidad por las dos partes interesadas, llegaron a su fin de mutuo acuerdo», aclaró el banco gallego.
«Francamente, nos ilusiona todo el proceso en el que actualmente nos encontramos», explicó Escotet sobre su decisión de permanecer en Pescanova. «Creemos que es una manera de crear más valor, de preservar el empleo, de preservar el futuro de la compañía, que para nosotros, sabiendo el valor que tiene para la región, y especialmente para esta ciudad, ha sido nuestra prioridad y por eso hemos comprometido la inversión que hemos efectuado en los últimos años», manifestó.
Desde el año 2015, en el que se constituyó Nueva Pescanova con la banca acreedora de la vieja matriz en el capital (intercambiando deuda por acciones), Abanca ha salido al rescate del grupo pesquero en varios momentos críticos para salvaguardar la viabilidad de la empresa y su sede en Galicia. Ahora, con la paralización de la venta, vuelve a hacerlo una vez más. El banco inyectó en enero 70 millones de euros en Nueva Pescanova para «reforzar los fondos propios de la compañía y robustecer la ejecución de su plan estratégico», como explicó la compañía, que acaba de aprobar un ERE para 76 despidos.
El «empeño» de Abanca, dijo ayer Escotet, es seguir como hasta ahora: «No cejamos de ningún modo en continuar lo que estamos haciendo, convencidos de que la empresa irá por buen camino», aseguró.