El supervisor del organismo advierte que estas piezas usan ilícitamente la imagen de algunos actores españoles y suplantan el diseño y la identidad de medios de comunicación nacional para tratar de obtener datos y dinero
08 nov 2023 . Actualizado a las 19:27 h.La CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) vigila de cerca la publicidad de empresas que ofrecen de forma fraudulenta productos financieros en las redes sociales. «En los últimos días hemos detectado anuncios en X (antigua Twitter) promocionados por un chiringuito financiero», explicó ayer el presidente del organismo, Rodrigo Buenaventura. Según el supervisor, las piezas utilizan ilícitamente la imagen de algunos actores españoles y suplantan el diseño y la identidad de un medio de comunicación nacional para tratar de obtener datos y dinero de inversores. «Se trata de difundir un intento de fraude cometido por una entidad pirata con una web falsa y aprovechando sin su conocimiento (mucho menos consentimiento) el prestigio de personajes famosos», explica la CNMV.
El organismo advierte que este tipo de plataformas o redes sociales tienen la obligación legal de comprobar que los anunciantes no figuran en la lista de entidades pirata. Desde el regulador esperan que este tipo de actuaciones sirvan para recordar los riesgos de un mercado sobre el que el supervisor ha sido muy crítico en los últimos años. Sobre todo, por el mal uso que, a su juicio, se realiza sobre una tecnología con tanto potencial.
En este punto, Buenaventura recordó que la reciente regulación europea que entró en vigor este año para regular este mercado (Mica) «representa un hito a escala internacional, pero no es la solución perfecta». Según advirtió, esta norma «no aborda todos los riesgos de los criptos y los niveles de protección al inversor están muy alejados de lo que deberían». «Las criptomonedas que hoy conocemos tampoco están contribuyendo a la financiación de las compañías europeas, así que son bastante inútiles desde el punto de vista de contribución a los mercados financieros», criticó. La norma de control publicitario sobre los criptoactivos estableció que las campañas consideradas como masivas —aquellas dirigidas a más de 100.000 personas— deben comunicar su contenido al supervisor, con un plazo de 10 días de antelación para demostrar que cumplen los requisitos. Entre ellos, destaca el interés del supervisor de que dicha publicidad no incluya referencias a elevadas rentabilidades pasadas.
Según lo establecido, esta publicidad debe utilizar un lenguaje «sencillo y fácil de comprender» con un tipo de letra «fácilmente legible», resaltando en un texto visible un mensaje que indique que «la inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido».