Así han logrado los bancos italianos esquivar el impuesto por los beneficios extraordinarios
ECONOMÍA
Ni siquiera las entidades financieras semipúblicas han contribuido con la tasa
10 nov 2023 . Actualizado a las 11:27 h.El precipitado anuncio este verano de un impuesto a la banca por los beneficios extraordinarios en Italia sacudió las bolsas europeas, pero esa agitación no se ha traducido en recaudación para las arcas públicas, pues los grandes bancos italianos han optado por esquivarlo y, en su lugar, ampliar su capital.
Unicredit e Intesa Sanpaolo, las principales entidades financieras del país, decidieron destinar parte de los beneficios obtenidos en el último trimestre a sus propias reservas, una posibilidad que el Gobierno italiano ofreció en una enmienda aprobada en septiembre que dejó la polémica tasa sin efecto, en la práctica, para gran parte de la banca.
La misma tendencia han seguido otras entidades, como el Banco BPM y Banca Mediolanum.
«Ha sido completamente inútil. El Estado no ha recaudado un solo euro y los bancos no han acumulado más reservas de las que estaban previstas», señala a Efe el economista Rony Hamaui, secretario de la Asociación para el Desarrollo de Estudios Bancarios y Bursátiles (ASSBB).
Intesa Sanpaolo, el mayor banco por capitalización bursátil del país, obtuvo un beneficio neto de 6.122 millones de euros en los primeros nueve meses del año, un aumento del 85,3% respecto al año anterior «impulsado por el margen de intereses», según admitió en su informe de resultados.
Aún así, el consejo de administración decidió destinar más de 2.000 millones de euros a sus propias reservas, en lugar de abonar un impuesto que ascendería a unos 828 millones.
Su consejero delegado, Carlo Messina, justificó la decisión: «Para un banco como el nuestro que ya pone a disposición 1.500 millones para la comunidad y por lo tanto para lo social, me parece la solución más correcta».
La tasa, según la redacción original del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, debía aplicarse sobre el 40% de los beneficios extraordinarios de los bancos, siempre que el ejercicio del 2023 superara el valor del 2021 en al menos un 10%. Condiciones que reunía Intesa Sanpaolo.
El 8 de agosto, tras el anuncio improvisado la noche anterior por el Gobierno italiano después de un Consejo de Ministros, los bancos europeos cayeron en torno al 3% en las bolsas europeas, con Milán como el parqué más afectado y con una pérdida para el sector financiero de unos 9.000 millones de euros en una sola sesión.
Los bancos semipúblicos tampoco han abonado el impuesto
Las tensiones que generó el impuesto, incluso en la coalición de derechas gobernante, llevaron a modificar el texto en varias ocasiones, hasta introducir una enmienda que daba opción a librarse del pago de la tasa si se destinaba una cantidad equivalente a dos veces y media de la cuota a aumentar sus reservas no distribuibles.
«Otros países como España, Hungría o Irlanda cuentan con el mismo impuesto, Italia es el único país que lo ha introducido y luego anulado, pero es un problema político derivado del modo en el que se escribió y anunció», analiza Hamaui, quien se refiere al caos derivado del impuesto como «farsa a la italiana».
También Unicredit optó por reservar 1.100 millones de euros destinados a reservas propias, una elección «racional», según defendió su consejero delegado, Andrea Orcel, tras anunciar que la entidad había aumentado su beneficio casi un 36%, hasta los 6.696 millones de euros.
Como señala Hamaui, el banco acostumbra «a repartir el 30% en dividendos», por lo que la tasa impuesta por el Ejecutivo ni siquiera ha «influenciado la política de distribución» del banco.
De hecho, tampoco las entidades financieras participadas por el Estado han abonado el impuesto extraordinario.
El banco Monte dei Paschi di Siena (MPS), controlado al 64% por el Estado tras sus problemas financieros, destinará a reserva 312,7 millones de euros, mientras que MedioCredito Centrale, participada al 100%, también decidió no pagar el impuesto sobre las ganancias extraordinarias.