El sobrecoste del plan de recuperación europeo: 222.000 millones de euros
ECONOMÍA
La UE deberá devolver la factura con intereses antes del año 2058
12 nov 2023 . Actualizado a las 11:08 h.El 52% de los 807.000 millones de euros que la Unión Europea (UE) ha asignado al plan de recuperación europeo (Next Generation EU) es dinero prestado. Son 421.000 millones que ha tenido que salir a buscar al mercado y que viajarán sin billete de vuelta a los 27 países miembros para financiar hasta el 2026 desde redes de transporte y energía a la puesta a punto digital de empresas y Administraciones públicas. Esta deuda, junto con sus intereses correspondientes, deberán reembolsarse antes del 2058.
Según cálculos de Grégory Claeys, Conor McCaffrey y Lennard Welslau para el instituto de análisis Bruegel, a esos 421.000 millones habrá que sumar otros 222.000 que se irán acumulando en concepto de intereses. Haría falta dedicar casi toda la riqueza que produce en un año un país como Portugal para poder sufragar ese extra en la factura. «Nuestros resultados muestran que el coste de los intereses anuales se incrementará (de media) hasta los 10.800 millones de euros en el 2030 antes de empezar a bajar de forma gradual hasta el 2058», explican los autores del estudio. ¿Es mucho dinero? Depende con lo que se compare. España, por ejemplo, tendrá que desembolsar más de 40.000 millones al año en pago de intereses de toda su deuda en el 2026, según las previsiones del Gobierno. En la actualidad esa factura ronda los 31.000 millones.
Y es que las continuas subidas de los tipos de interés que han decretado los principales bancos centrales del mundo en el último año para controlar la inflación no solo ejercerán presión sobre los hombros de los hipotecados particulares, también sobre los Estados y comunidades políticas como la UE, que han tenido que emitir deuda conjunta para poder abaratar costes y evitar fragmentaciones financieras en la eurozona —Alemania ofrece por su cuenta un interés del 2,7% por préstamos a 10 años; España un 3,75% e Italia hasta casi un 4,56%—.
Más recaudación
La cuestión a dilucidar es de dónde sacará la UE el dinero para afrontar sus deudas. Ningún funcionario europeo pasará el cepillo a los contribuyentes casa por casa para pagar la factura. Se cargará a los presupuestos de la UE. Y, ¿de qué se nutren esos presupuestos? De fondos propios (parte de la recaudación del IVA, la tasa al plástico y derechos de aduana, entre otros) y de las aportaciones de los Veintisiete, incluido España.
El pasado mes de junio, la Comisión Europea presentó una propuesta para aumentar su recaudación por otras vías. Estima que podrá ingresar unos 36.500 millones de euros extra cada año entre el 2028 y el 2030 —50.000 si se le suma el impacto de la inflación—, cuando las facturas engordarán. Al menos 19.000 millones provendrán del comercio de emisiones de CO2; 1.500 millones del mecanismo de ajuste de carbono en frontera, que encarecerá la importación de los productos y materiales con más huella medioambiental; 16.000 de los beneficios de las empresas —los países deberán transferirle el 0,5% del total que recauden—.
A priori y sobre el papel, estos recursos extra podrían ser suficientes, pero los expertos advierten de que las previsiones de la Comisión podrían trastabillar con facilidad. Por eso, y teniendo en cuenta que los costes vinculados al endeudamiento de la UE llegarán a máximos entre el 2028 y el 2030, «es vital que para entonces exista un colchón suficiente de recursos propios. De lo contrario, los países deberán reducir partidas de gasto de los presupuestos de la UE o aumentar sus contribuciones nacionales», señalan.
Esta misma semana, el Parlamento Europeo dio luz verde a la propuesta para dotar a la UE de nuevas fuentes de recaudación. «Los ingresos procedentes de los nuevos recursos propios serán esenciales para reembolsar la deuda en el marco del plan de recuperación de la UE, especialmente porque el aumento de los tipos de interés tiene un fuerte impacto en el presupuesto de la UE», reconoció la institución, que también quiere limitar los cheques de reembolso de los que se benefician Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Austria y Suecia una vez que se fijan sus contribuciones a los presupuestos. Con la inflación «han aumentado de forma inesperada y desproporcionada», alerta la Eurocámara, que ha propuesto deflactarlas un 2 %.
Urgencia
Las cancillerías europeas deben aprobar este nuevo plan recaudatorio de forma unánime y hacerlo cuanto antes. ¿Qué pasa si no se aprueba? Las partidas de gasto de la UE, desde las dedicadas a la innovación a los fondos regionales que perciben comunidades como Galicia o la PAC deberán «hacer frente a recortes superiores a 15.000 millones de euros anuales», explica el eurodiputado portugués José Manuel Fernandes. No habrá otra forma de hacer frente a la colosal deuda europea.