La mortalidad de los contratos fijos subió tras la refoma laboral, según Fedea
ECONOMÍA
Constata que fue muy eficaz para reducir la tasa de temporalidad, pero no la precariedad real
18 dic 2023 . Actualizado a las 21:30 h.La reforma laboral no ha logrado reducir la precariedad laboral. Un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advierte que el cambio del marco normativo ha sido muy eficaz para reducir la tasa de temporalidad, pero no la temporalidad real y que ha elevado la mortalidad de los contratos indefinidos.
El informe, publicado este lunes, realiza una evaluación preliminar de la reforma laboral del año 2021 utilizando una base de datos que cubre todos los registros diarios de creación y destrucción de afiliados a la Seguridad Social.
Así, concluye que aunque la reforma laboral ha demostrado ser «muy eficaz» en la reducción de la tasa de temporalidad «contractual», no lo ha sido tanto en la mitigación de la precariedad o inestabilidad laboral o en la reducción de la tasa de temporalidad «empírica».
Fedea señala que la estrategia seguida por la reforma ha consistido en restringir «drásticamente» el recurso a los contratos de duración determinada o temporales «sin variación alguna de la flexibilidad de los contratos indefinidos ordinarios».
«Sin embargo, para evitar una disminución de la flexibilidad global del sistema, la reforma ha fomentado el uso de otras variantes de contratos indefinidos que ofrecen menos estabilidad, como el fijo-discontinuo. Estos contratos, a pesar de ser etiquetados como indefinidos, no ofrecen el mismo nivel de seguridad laboral a los trabajadores que los indefinidos tradicionales», avisa Fedea.
Menos despidos a fin de mes
El informe, muestra, por un lado, que ha aumentado la conversión de trabajadores temporales en indefinidos, pero, por otro, constata una reducción en la duración de los indefinidos ordinarios.
Para evaluar la eficacia de la reforma en la reducción de la temporalidad, analiza los flujos diarios de creación y destrucción de empleo, ya que el mercado laboral español tiene unos patrones en el calendario «muy marcados»: contrata el lunes para despedir el viernes, contrata solo para el fin de semana y contrata el primer día de mes para despedir el último. Y Fedea no encuentra diferencias estadísticamente grandes antes y después de la reforma, excepto por una disminución de la destrucción de empleo a final de mes.