Casi uno de cada diez partes que se presentaron al seguro de coche fueron fraudulentos
ECONOMÍA
El perfil más habitual del defraudador es el de un menor de 30 años desempleado o con un trabajo precario
06 feb 2024 . Actualizado a las 18:45 h.Las estafas al seguro están en máximos históricos. Así lo advirtieron ayer los expertos de Línea Directa en su VII Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar, que desvela que casi el 9 % de los partes de auto declarados al seguro en los dos últimos años en España fueron un intento de estafa. Esto supone cerca de cinco veces más que en el 2009.
Y no solo con el coche se intenta engañar a las aseguradoras. Las viviendas también son utilizadas por muchos para tratar de sacar algo de rédito: «Motoristas que declaran haber sufrido un accidente en una gasolinera cuando, en realidad, ha sido circulando a todo gas en un circuito de carreras; una persona que reclama una incapacidad permanente y una costosa reforma en su casa para adaptarla a su supuesta discapacidad mientras sigue trabajando en su bar con normalidad; o un trabajador con una baja laboral prolongada que, a pesar del accidente y sus graves lesiones, demuestra conservar un excelente toque futbolístico», son solo algunos de los ejemplos que han estudiado los expertos de la aseguradora.
Las cifras demuestran que el fraude al seguro de coches es el que más ha crecido en los últimos años. El 8,8 % de los que se declararon en los dos últimos años fueron intentos de estafa. En Galicia, las provincias de A Coruña y Pontevedra fueron las que más picaresca concentraron. En la primera, casi un 8,5 % de los partes fueron intentos de estafa; mientras que en territorio pontevedrés ese porcentaje se quedó en el 7,5 %. Los gallegos no solo están dispuestos a engañar, sino que además no muestran ningún tipo de arrepentimiento. Más del 38 % de los conductores gallegos justifican mentir a su compañía de seguros. Además, un 63 % de los automovilistas españoles que reconocen haber cometido un fraude al seguro «no se arrepienten en absoluto».
En cuanto al perfil tipo del ciudadano que engaña a la aseguradora, o al menos lo intenta, responde al de un conductor menor de 30 años, desempleado o con un trabajo precario que trata de arreglar sin coste un golpe que él mismo ha dado a su coche.