El fraude de los coches americanos de ocasión sin homologar llega a Galicia
![Manoli Sío Dopeso](https://img.lavdg.com/sc/HKQ6nEpQV1ZZH0ZNEFs8cMkmfOU=/75x75/perfiles/7/1623084454415_thumb.jpg)
ECONOMÍA
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Las víctimas caen atraídas por el bajo precio de modelos prémium y de lujo
25 feb 2024 . Actualizado a las 13:20 h.Un Range Rover, un Ford Mustang o un Cadillac SRX con menos de 100.000 kilómetros y por menos de 25.000 euros; alguno incluso por debajo de los 20.000. No hay que buscar mucho en las páginas web de compraventa para encontrar anuncios de vehículos americanos de ocasión, de gamas altas o de modelos difíciles de encontrar en Europa, eso sí, con unos cuantos años encima.
La oferta es tentadora y la operación de adquisición parece sencilla: llamada al anunciante, que no es el propietarios del coche sino un intermediario —en el mejor de los casos, una empresa especializada en importación, y en el peor, un profesional de la estafa—; reserva, envío de documentación, pago al contado y en cuestión de unas semanas recogida y entrega de llaves. El problema llega a la hora de matricularlo y la DGT informa al comprador de que su flamante coche americano no es homologable en España y que como mucho sirve para dormir en él. La normativa medioambiental europea es clara. «Ningún vehículo extracomunitario matriculado antes del 2017 en el extranjero podrá ser homologado para circular dentro de la ley en España, salvo que hayan llegado por cambio de domicilio», explican fuentes de Tráfico. Pero, ¿a quién reclamar?
Se trata de un fraude, en el que en España han caído ya varios centenares de conductores. Hay casos también detectados en Galicia, pero para los afectados no resulta fácil denunciar. «Han caído en una trampa en cierto modo vergonzante. Saben que han sido estafados pero también que su pretensión de tener un coche que aquí no se podría adquirir por ese precio conlleva riesgos», explica un asesor de Legálitas Abogados, que gestiona alguno de estos casos.
Pago el contado
En un juzgado de Murcia tramitan más de 170 denuncias de afectados de toda España, todos ellos víctimas de un mismo intermediario que tenía la sede de su empresa de compraventa en esta comunidad. Muchos de ellos se enteraron de que habían sido víctimas de una estafa cuando contactaron con Hacienda o la Guardia Civil. «Al ir a recoger el coche recibían unas matrículas provisionales —las de color rojo—, que después comprobaron que eran falsas», relata el asesor de Legálitas. Según informaciones que han ido trascendiendo de esta estafa, algunos coches de lujo costaron hasta 40.000 euros, aunque la media se sitúa entre 15.000 y 20.000 euros.
«Cuando alguien se interesa por un vehículo, se le pide el importe íntegro por adelantado. El intermediario hacía creer a sus víctimas que todo estaba en regla y que solo era necesario terminar unas gestiones para materializar la homologación y la matriculación», dice este abogado.
La posibilidad de una compensación económica es escasa, ya que el intermediario demandado tiene todos sus bienes embargados. La alternativa, para los afectados, es tratar de vender el vehículo fuera de España, pero a un precio muy por debajo del que lo adquirieron, con el agravante de que en el tiempo transcurrido —entre dos y tres años— los modelos han perdido valor.
Para el sector de la compraventa de vehículos, este tipo de estafas suponen un serio problema que socava la confianza de los consumidores. «Lo mejor para evitar disgustos, es desconfiar de los precios de venta que sean inverosímiles, personas desconocidas o negocios redondos», advierten de Ancove, la asociación nacional que representa a los comerciantes que se dedican a la venta de vehículos.
Recomiendan acudir a empresas especializadas y tener en cuenta que «si la mayoría de los coches anunciados se ofertan en una horquilla de precios y hay uno fuera de esos precios es porque tiene algo raro: estafa, golpe, robado, anuncio falso… nadie da duros a cuatro pesetas», avisan al respecto.
«Compré mi Audi hace cuatro años y no lo puede usar, está parado en un garaje»
Hace casi cuatro años que Rubén F. un vigués de 32 años compró su Audi A5, importado de Alemania, y desde entonces el coche está parado. Nunca ha podido conducirlo. Fue en plena pandemia. «Lo hice por mi cuenta, buscando coches por internet. No quería algo concreto, me era igual, pero me atrajo el precio. Lo vi y me puse en contacto con el vendedor que era un negocio de compraventa de Arteixo que ya no existe como tal», recuerda. Lo que no sabía Rubén es que el coche que había elegido y que iba a importar de Alemania había sido matriculado en Estados Unidos —tanto Alemania como Francia permiten la homologación de los modelos extracomunitarios—. «Me empecé a preocupar cuando los de la compraventa me empezaron a dar largas con la ITV del coche. Pero como con la pandemia habían dado prórroga para pasarla, esperé. Pero al cabo de tres o cuatro meses acabaron diciéndome que el coche tenía problemas para tener la homologación europea y que no se iba a poder matricular».
Para entonces, Rubén ya había pagado los 21.000 euros del vehículo. «Fui a un abogado y estuvo investigando, pero me dijeron que los de la compraventa eran insolventes y que iba a ser complicado recuperar el dinero», relata el afectado, que hizo un último intento para poder usarlo, sin éxito. «Hace dos años lo mandé a Madrid a un taller que arregla coches para homologar. Me dijeron que lo iban a poder matricular, pero allí sigue en un garaje», concluye resignado.