Un año de la Ley de Vivienda: el alquiler medio en España repunta hasta los 1.069 euros al mes

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

Marta Pérez | EFE

La aplicación de la norma provocó que la oferta se redujera en 60.000 inmuebles, según un informe del Observatorio del Alquiler

21 may 2024 . Actualizado a las 14:21 h.

El próximo sábado día 25 se cumplirá un año de la entrada en vigor de la Ley por el Derecho a la Vivienda, concebida tras tres años de debates con la finalidad de topar los precios de los alquileres en las zonas más tensionadas y ayudar a los colectivos más vulnerables a encontrar una vivienda. En cambio, el objetivo no solo no se ha conseguido, sino que el efecto ha sido más bien el contrario, pues en el último año se han retirado del mercado unos 60.000 inmuebles en España y el precio del alquiler repuntó hasta la medio récord de los 1.069 euros mensuales.

Los datos corresponden a un informe elaborado por Alquiler Seguro en el primer aniversario de la ley, en base a los datos extraídos del Observatorio del Alquiler que gestiona junto a la Universidad Rey Juan Carlos. Según el estudio citado por Efe, en este último año la oferta de vivienda no ha dejado de caer hasta cerrar el 2023 con 813.850 inmuebles disponibles, frente a los 855.518 del año 2022. Y para el 2024 se espera que se pierdan unas 60.000 viviendas más.

Por el contrario, los precios no han dejado de crecer fruto de un desajuste entre la oferta y la demanda, que cada vez es mayor. De acuerdo con el Observatorio del Alquiler, en el 2023 el precio medio de alquilar una vivienda en España subió unos 100 euros frente al año anterior, hasta situarse en una media de los 1.002 euros. Para este próximo año se espera que mantengan el ritmo ascendente, ya que a principios de 2024 alcanzaban los 1.069 euros mensuales.

Una de las medidas estrella de la ley, la declaración de zonas tensionadas para controlar los precios del alquiler, ha generado escepticismo y rechazo entre los propietarios y la mayoría de las comunidades autónomas, señala Alquiler Seguro, que la consideran ineficaz e intervencionista.

Asimismo, refleja el informe que la nueva definición y división de los propietarios como pequeños o grandes tenedores ha contribuido a empeorar y estigmatizar la imagen de los propietarios, que son los que, en definitiva, generan la oferta. Muchos de ellos han retirado sus inmuebles del mercado del alquiler tradicional para ponerlos en venta, derivarlos al alquiler vacacional o simplemente inmovilizarlos.

Y es que otro de los aspectos que cuestiona el estudio es el auge de los alquileres de temporada y turísticos que se ha producido para sortear la Ley de Vivienda, al tiempo que añade que la nueva normativa ha supuesto una precarización del sector, mayor desconfianza de los propietarios, preocupación entre los propietarios ante posibles impagos y un endurecimiento de los requisitos para acceder a un alquiler.

Por otro lado, entienden que las medidas fiscales no acompañan el estímulo de la oferta y que los beneficios fiscales en zonas tensionadas para los arrendadores que accedan a bajar los precios un 5 % generan inseguridad puesto que puede suponer incluso una pérdida de rentabilidad.

En el caso concreto de Cataluña, la comunidad que adoptó la declaración de zonas tensionadas en decenas de municipios, el Observatorio del Alquiler apunta a una pérdida de 25.000 viviendas en el mercado y a unos precios al alza, que ya alcanzan los 1.361 euros. Además, para hacer frente al déficit de 295.000 viviendas que estima la Generalitat serían necesarias casi 15.000 al año, un objetivo que ven demasiado ambicioso.