Nike y L'Oréal se suman a H&M y alertan de que el consumo se enfría

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MICHAEL REYNOLDS | EFE

Las empresas han reconocido que sus ventas estarán por debajo de lo previsto y las cotizaciones han sufrido un duro castigo en los mercados de valores

03 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El mundo encadena ya cuatro años de turbulencias económicas. Nubarrones que llegaron en forma de una crisis de suministros primero y de susto energético después (sobre todo en Europa), y que acabaron dando paso a una espiral inflacionista de la que todavía tratan de recuperarse las principales economías del planeta y los bolsillos de los consumidores. Una situación que empieza a pasar factura a algunos gigantes del consumo. Buena parte de ellos, relacionados con el sector textil.

Hace unas semanas, BBVA Research revisó a la baja sus previsiones para el consumo privado para este año: «Aunque el PIB y la renta bruta disponible están en recuperación, diversos factores están limitando el crecimiento del consumo privado en España», advertía el economista jefe de este servicio de estudios, Miguel Cardoso,

La debilidad del consumo no es un problema que afecte solo a España. Alemania, la denominada locomotora europea, lleva varios meses con su economía en retroceso y Estados Unidos arrancó el 2024 con un frenazo mayor del previsto en su crecimiento. Por no hablar de China. Si hace un tiempo todos los expertos daban por sentado que el gigante asiático iba a seguir creciendo año tras año por encima del 7 %, la salida de la pandemia parece haber dado al traste con los planes de esta potencia económica. El consumo interno de un país con más de 1.410 millones de ciudadanos no acaba de arrancar según lo esperado. Y ante un panorama poco prometedor, las marcas ya empiezan a percibir las consecuencias en sus propias cuentas de resultados. Sobre todo, las firmas del textil, uno de los primeros sectores en notar los efectos de una incipiente época de vacas flacas.

Impacto en resultados

H&M, por ejemplo, se desplomaba en bolsa hasta un 13 % después de reconocer que sus ventas no avanzan según lo esperado. El mal tiempo, la incertidumbre y la presión que está provocando en los hogares la subida del coste de la vida no ayudan a vender más prendas estos días en sus tiendas.

Otra que también ha advertido de que el horizonte pinta bastante oscuro es L'Oréal. Su consejero delegado, Nicolas Hieronimus, reconoció durante un evento de JP Morgan celebrado en París que el mercado mundial de la belleza también se va a ralentizar debido a la debilidad que está presentando China en lo que respecta a las ventas. Las palabras del directivo tuvieron su repercusión en el parqué y las acciones del gigante de la cosmética cayeron hasta un 5,1 %. Pero el efecto no se quedó ahí y acabó contagiando a otros de sus rivales como Estée Lauder.

Nike también ha sufrido en bolsa por el mismo motivo. Sus acciones caían a finales de junio más de un 19 % pocas horas después de publicar sus resultados anuales. ¿La razón? En ellos ya anticipaba una caída de los ingresos de cara al siguiente trimestre fiscal debido, básicamente, a la mayor incertidumbre macroeconómica y un tipo de cambio más desfavorable.

Confianza en las rebajas

En España habrá que ver qué sucede estas semanas con las rebajas, a las que muchas empresas han fiado parte de sus cuentas de resultados. La OCU, por ejemplo, prevé un aumento del consumo, sobre todo de aquellas familias que aprovecharán los descuentos para afrontar compras que el resto del año les son imposibles. De hecho, el sector encara estos saldos con el reto de recuperar el terreno perdido tras el frenazo de los últimos meses.