El director general de la entidad en España considera un «escenario remoto» que el Ejecutivo central no apruebe la operación
28 jul 2024 . Actualizado a las 15:56 h.El director general de BBVA España, Peio Belausteguigoitia, considera un «escenario remoto» que el Gobierno no apruebe la fusión con Banco Sabadell, por lo que es optimista respecto a que la operación salga adelante.
En una entrevista publicada ayer en La Vanguardia, Belausteguigoitia explica que, tras la aprobación por parte de los accionistas de BBVA de la ampliación de capital necesaria para la absorción, la entidad sigue trabajando con organismos cuyo visto bueno es necesario. Es el caso del Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), tras lo que vendría la apertura del plazo de aceptación por parte de los accionistas del Sabadell, recuerda.
«Que no se vaya a aprobar la fusión es, para nosotros, un escenario remoto», asegura, pese a que el Ejecutivo español ya ha mostrado su rechazo a esta operación, que, sin embargo, no puede vetar.
También cree que el dividendo de 2.900 millones anunciado por el Sabadell no obliga a una elevación de la oferta del BBVA, porque los resultados presentados por el banco catalán están en línea con lo previsto.
Sobre la preocupación de las pequeñas empresas por las consecuencias que podría tener la fusión, Belausteguigoitia dice que BBVA es un «gran banco de pymes», con una presencia y con un conocimiento importante del tejido empresarial catalán; y precisa que el banco resultante sería capaz de conceder créditos de 5.000 millones más al año.
En su opinión, el mercado financiero español «es, ha sido y será muy competitivo», y resalta que con la fusión de CaixaBank y Bankia «de tamaño más importante que esta, no se ha resentido el crédito», por lo que espera que se resuelva en condiciones similares a compras precedentes.
Asimismo, destaca que BBVA y Sabadell ya hicieron sus reestructuraciones en el 2021 y el 2022, con lo que las sinergias están más basadas en reducción de gastos tecnológicos y generales. Por ello, afirma que la cifra de que sobrarían 6.000 empleos «es elevada» y que seguramente el análisis se ha hecho con referencia a operaciones anteriores que no tienen nada que ver con esta.