La compañía, considerada una de las «joyas de la corona» de su industria, da empleo a 17.000 personas
22 ago 2024 . Actualizado a las 18:15 h.El canciller Olaf Scholz confirmó este jueves que el Estado alemán apoyará al astillero Meyer Werft, uno de los mayores del sector en Alemania, ante sus dificultades económicas pues, según los medios, presenta problemas de liquidez de hasta 3.000 millones de euros.
Scholz, que reconoció «intensas negociaciones» con las autoridades para salvar el futuro de la compañía, aseguró en Papenburgo (noroeste) que la empresa contará con ayuda porque se trata de unas de las «joyas de la corona» industrial de Alemania.
En un discurso ante la asamblea general de la empresa, cuyo texto fue difundido por la cancillería, Scholz afirmó que las conversaciones con los bancos sobre la financiación no han concluido y que también será preciso implicar al Parlamento y a la Comisión Europea.
«Pero algo puedo confirmaros claramente: el Estado contribuirá con su parte de la solución. Y tengo la expectativa clara, de que los otros implicados también tiren del carro», aseguró.
«Vuestros productos no son un problema. Al contrario. Vuestras carteras de pedidos están llenos a rebosar», destacó el canciller, quien señaló que las dificultades por las que pasa el astillero están relacionadas con la pandemia, la situación en los mercados y también «cuestiones estructurales».
Scholz señaló además que Meyer Werft emplea a 3.000 personas en sus instalaciones de Papenburgo, donde la compañía tiene su sede central, y en toda Alemania dependen de la empresa unos 17.000 puestos de trabajo.
La compañía, que tiene más de dos cientos años de historia -se fundó en 1795-, acusa dificultades económicas, según ha trascendido, por el alza de la energía y las materias primas desde que comenzó la guerra en Ucrania.
La prensa alemana también ha puesto de relieve que la empresa acusa el hecho de que en el sector de Meyer Werft el 80 % del pedido se cobra cuando se entrega el navío.
Desde hace semanas, la prensa económica describía la situación de la firma como «crítica» y especulaba con posibles recortes de personal además de una posible ayuda del Estado para socorrerla.
El pasado mes de julio se hizo oficial que el Ministerio de Economía estaba en contacto con la empresa para salvarla.