José Luis Escrivá, un camaleónico tecnócrata reconvertido a figura política

L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Marta Perez | EFE

De reputado profesional independiente se ha erigido en uno de los más firmes defensores de Pedro Sánchez, que ahora le premia con el cargo de gobernador al que siempre aspiró

06 sep 2024 . Actualizado a las 12:04 h.

Aterrizó en el Gobierno exento de toda polémica y con el respaldo prácticamente unánime de todos los grupos parlamentarios, instituciones económicas y expertos. Fue todo un golpe de efecto que Pedro Sánchez se guardaba en su chistera para tratar de demostrar que era capaz de rodearse de personas con independencia y reputado prestigio profesional. En aquel entonces nadie pudo ponerle un pero a la elección de José Luis Escrivá (Albacete, 1960) como ministro de Seguridad Social, que pasó a gestionar la mayor partida de gasto del Estado y logró acordar la reforma de las pensiones que llevaba años de retraso, aunque no ha conseguido —al menos por el momento— cuadrar las cuentas de un sistema que sigue en números rojos.

Ese consenso que generó entonces se ha disipado y su nombramiento como gobernador del Banco de España para los próximos seis años ha generado una fuerte controversia y cuenta con el frontal rechazo del PP, que fue, sin embargo, quien le puso en el 2014 al frente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Del aplauso unánime a su elección como ministro pasó, en apenas un año, a generar un fuerte rechazo y controversia desde demasiados frentes que le provocó más de un quebradero de cabeza al presidente Sánchez. Hizo enemigos dentro de su propio Ejecutivo, con una batalla casi personal con el entonces vicepresidente Pablo Iglesias.

Su fuerte temperamento, su obstinación en hacer y deshacer a su antojo, en defender sus ideas contra viento y marea también le provocaron fuertes enfrentamientos con sindicatos, empresarios, grupos parlamentarios y economistas. Le costó, pero terminó aprendiendo a ser político a costa de hacer cesiones y dejar atrás esa fama que tenía de no casarse con nadie. Además de la reforma de las pensiones, entre sus logros como ministro figuran la puesta en marcha de los ERTE que tan buenos resultados dieron en la pandemia y del ingreso mínimo vital, así como del nuevo sistema de cotización de los autónomos, entre otras medidas.

Así es como Escrivá, el Pepito Grillo del Gobierno durante su etapa al frente de la AIReF, se ha convertido en uno de los más firmes defensores de Pedro Sánchez. Y ahora el presidente premia su reconversión camaleónica con el cargo que siempre había soñado: volver a la que fue su casa, el Banco de España, como gobernador, después de no haberle dado las riendas del Ministerio de Economía, como muchos apuntaban tras la salida de Nadia Calviño.

Amplia experiencia en banca 

Escrivá llegó a La Moncloa después de haber estado casi seis años al frente de la AIReF, una institución pública creada por exigencias de la Comisión Europea, que tras el rescate financiero de 2012 vio necesario un organismo independiente que velara por las cuentas del Estado y advirtiera de los desequilibrios presupuestarios antes de que se produjeran. Y a Escrivá hay que darle el mérito de haberla creado de la nada y auparla a gozar de un prestigio del que pocas instituciones pueden alardear.

No fue una etapa fácil y, de hecho, llegó a presentar su dimisión hasta en cinco ocasiones con el fin último de asegurar su independencia. Antes este economista acumuló una amplia experiencia en diferentes puestos de responsabilidad: fue director para las Américas del Banco Internacional de Pagos de Basilea, desempeñó diferentes puestos en el Banco de España y en el Servicio de Estudios del Grupo BBVA, fue asesor del Instituto Monetario Europeo e incluso jefe de la División de Política Monetaria del Banco Central Europeo. Cargos que, sin duda, le serán de gran utilidad para la nueva y compleja tarea que tiene por delante como gobernador.

Su sucesor

Cede el testigo al frente del Ministerio de Transición Digital y Función Pública a Óscar López. Licenciado por la Complutense de Madrid con la doble especialidad de estudios internacionales y administración pública, López ha trabajado en distintas instituciones públicas y en el Gobierno. Amigo íntimo de Sánchez, en el 2021, el presidente decidió recuperarlo para la primera línea política como sustituto de Iván Redondo al frente del Gabinete de Presidencia. Con anterioridad, fue secretario de Organización del PSOE (entre el 2012 y el 2014) y estuvo con el jefe del Ejecutivo en su primera etapa, antes de volver a la primera línea de Moncloa tras un alejamiento entre ambos. Entre julio del 2018 y hasta el mismo mes del 2021, López fue presidente de Paradores.

El nuevo ministro de Transformación Digital, licenciado en Ciencias Políticas con la doble especialidad de Administración Pública y Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid, tendrá que hacer frente al nuevo despliegue de los fondos europeos para mejorar la digitalización de la economía española, así como llevar a cabo la modernización de las administraciones públicas.

El puesto que deja López lo ocupará ahora Diego Rubio, un completo desconocido nacido en 1986 que nunca ha militado en ningún partido; un cerebrito formado en las mejores universidades del mundo, historiador, amante de la tecnología, la naturaleza y los perros que, según Pedro Sánchez, «aportará su integridad, su rigor técnico y su visión transversal» en el puesto. Rubio seguirá la estela de Iván Redondo y Óscar López al lado de Sánchez, tras ser secretario general de la Oficina del Presidente de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica, donde estaba desde noviembre del 2023.

Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona con el mejor expediente académico del país, por lo que obtuvo el Premio Nacional de Excelencia Académica del Ministerio de Educación, tiene un especial interés por la relación entre la Historia y la tecnología, un aspecto sobre el que lee ensayos, mientas combina su tiempo libre con paseos por la naturaleza y viajando. Fruto de ese interés, escribió y dirigió la serie documental Una historia del futuro (2019), producida por History Channel sobre temas relacionados con el futuro de la sociedad como el clima, el trabajo o la globalización. Se preestrenó en diciembre del 2019 en la XXV Cumbre del Clima de Naciones Unidas. Formado en prestigiosos centros educativos internacionales, como la Universidad Sorbona-IV de París, la Universidad Columbia de Nueva York, o la de Oxford, donde realizó un doctorado. También en Harvard, Columbia, Singapur, Oslo y la Fletcher School of Law and Diplomacy ha ofrecido conferencias.