Impuestos, fondos europeos, petróleo y tipos amortiguan la falta de Presupuestos

j. m. c. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Daniel Gonzalez | EFE

La relevancia de la ley anual que marca la trayectoria del Ejecutivo queda relegada gracias a los vientos de cola que impulsan la economía

22 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno que quiere presentar el proyecto de Presupuestos del Estado «en tiempo y forma» es el mismo que quita hierro cada vez que se le presenta el fantasma de un veto parlamentario que haga naufragar las cuentas públicas del 2025. La relevancia de la ley anual que marca la trayectoria del Ejecutivo queda relegada gracias a los vientos de cola que impulsan la economía: más ingresos tributarios de lo esperados; impulso de los fondos de recuperación europeos; un precio del petróleo estabilizado; y unos tipos de interés que apuntan a la baja, para alegría del Tesoro, cuya financiación se abaratará. Cuatro factores que tranquilizan a la hora de afrontar la que puede ser su segunda prórroga presupuestaria con las cuentas públicas del 2023.

La ausencia de una actualización presupuestaria no paralizará la economía a corto plazo pero sí plantea dudas para el medio o largo. Cándido Pérez, socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad de KPMG en España, explica que «la no disponibilidad de ellos, supone que no se tiene un plan económico del Estado aprobado por el Parlamento, que tampoco se actualizan la previsión de ingresos y gastos, al mismo tiempo que no pueden incorporar al articulado las políticas comprometidas».

Sin crisis en el horizonte

El respaldo con el que sabe que cuenta Moncloa es la propia dinámica en la que se encuentra la economía. «Si viviéramos un año de crisis no podríamos permitirnos el lujo de no tener un nuevo presupuesto», admiten varias fuentes gubernamentales. Y eso se traducirá en más ingresos tributarios. De hecho, la Autoridad Fiscal (AIReF) ha anticipado que el Estado recaudará 294.000 millones de euros a finales del 2024, un 8,4 % más de lo previsto inicialmente. Aunque a medida que la inflación vaya moderándose, el dinero que llega a la caja del fisco, también lo hará.

La otra gran baza con la que cuenta el Gobierno son los fondos europeos, cuya convocatoria hasta agosto alcanza los 72.198 millones, una inyección económica que seguirá animando a la actividad y aun teniendo en cuenta que el ritmo de llegada de dinero de Bruselas va siendo menor.