Portugal amplía las rebajas fiscales a los menores de 35 años para frenar su emigración

Amparo Estrada MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

ANTONIO COTRIM | EFE

El Gobierno español apunta que tiene margen para subir tributos porque la brecha fiscal con Europa es de cuatro puntos del PIB

11 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno portugués plantea grandes ventajas fiscales para los jóvenes menores de 35 años residentes en el país y luchar así contra la fuga de talentos. El proyecto de Presupuestos del Estado para el año 2025 incluye una total exención fiscal en el impuesto sobre la renta en el primer año de trabajo para los menores de 35 años si el sueldo es inferior a los 28.000 euros. Y a partir de ahí, los tramos irían subiendo poco a poco. En los cuatro años siguientes tributarían solo por el 25 % de sus ingresos; del sexto al noveno año pagarían impuestos solo por la mitad del salario y en el décimo ejercicio quedaría exenta de tributar una cuarta parte del salario. Eso sí, siempre manteniendo presente ese límite salarial de 28.000 euros.

Portugal ya concedía ventajas fiscales a los jóvenes de entre 18 y 26 años durante sus primeros cinco años de trabajo. La reforma que el Gobierno de Luís Montenegro lleva ahora al Parlamento —y cuya aprobación todavía no está garantizada— amplía en años y en exenciones esas ventajas. El Ejecutivo luso calcula que supondría una merma de la recaudación de alrededor de 650 millones de euros.

Cuestiones de equidad

La reforma es discutida. Incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que las bonificaciones fiscales por edad plantean cuestiones de equidad y que su eficacia para parar la emigración es incierta.

Portugal pretende con este tipo de bonificaciones frenar la salida de sus jóvenes universitarios a otros países donde las empresas les ofrecen mejores sueldos. Más de dos millones de portugueses viven fuera y la tasa de emigración juvenil es elevada. No solo pretenden recuperar a los emigrados, sino también atraer nuevo talento. Porque las bonificaciones fiscales están planteadas también para jóvenes de otros países que vayan a trabajar a Portugal, con el fin de atraer talento. Además, el proyecto de Presupuestos portugués incluye también la rebaja del tipo nominal en el impuesto sobre sociedades del 21  al 20 % para el año que viene. Pero este sería solo el principio del recorte, porque el documento también recoge una reducción gradual de este tributo hasta dejarlo en el 15 % en el año 2027.

Por su parte, en España, tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señalaron en el pleno del Congreso del miércoles que España está cuatro puntos de PIB por debajo de la Unión Europea en presión fiscal. Montero destacó que «Europa exige al Gobierno una reforma fiscal que le permita ponerse al menos simétrico en relación con esta cuestión».

Subidas tributarias

Lo que exige Bruselas para continuar con el desembolso de los fondos Next Generation es una reforma fiscal que permita la reducción del déficit y la deuda pública. Hasta ahora, desde Hacienda apuntaban que la reforma ya estaba hecha con las medidas aprobadas. Pero la revisión al alza del PIB ha incrementado esa brecha fiscal (que se mide por la relación entre recaudación tributaria y PIB) de tres a cuatro puntos. Esa diferencia da un margen absoluto de 60.000 millones de euros de posible aumento de la presión fiscal. No significa que se vaya a aplicar una subida impositiva de ese calibre, pero, a menos de una semana de la fecha para que el Gobierno envíe a Bruselas su Plan Fiscal Estructural, es un aviso en toda regla de por dónde puede ir el Ejecutivo. Entre las medidas que va a enviar Hacienda al Congreso de los Diputados se encuentra la conversión en permanentes de los impuestos extraordinarios a la banca y las empresas energéticas. De hecho, ayer mismo, tras las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la cotización de las empresas del sector sufrió un castigo ante el probable aumento impositivo.

El presidente del Gobierno aseguró que en el Plan Fiscal Estructural para cumplir con las nuevas reglas fiscales de la UE se incorporarán «compromisos de responsabilidad de gasto, pero también nuevas inversiones para el futuro cercano». De hecho, Sánchez quiso lanzar un mensaje de tranquilidad: «No va a haber recortes».