El gran consumo advierte del absentismo laboral y la «insoportable» presión regulatoria
ECONOMÍA

La patronal Aecoc cree que habrá caída de precios interanual en los alimentos antes de que acabe el año
16 oct 2024 . Actualizado a las 14:05 h.«Los lunes no van a trabajar 1,5 millones de trabajadores». Una afirmación que puede sonar con cierta sorna pero que supone una preocupante realidad para sectores como el gran consumo, donde el absentismo laboral golpea con especial virulencia, según denuncian desde su patronal Aecoc.
Así lo manifestó este miércoles Ignacio González, presidente de la patronal que agrupa a más de 34.000 empresas como Mercadona, Alcampo o Carrefour, al asegurar que el absentismo es uno de los grandes retos, calificándolo como un «problema reciente que requiere una reflexión a nivel de país al mismo nivel que la reducción de jornada».
«Nos cuesta encontrar empleados para cubrir los puestos de trabajo», indicó. «Una medida aislada —la conciliación— que lo que va a hacer en el corto plazo es empeorar el problema número uno que tiene la economía española que es la productividad, no puede ser positiva», indicó González tras su intervención, matizando que «no ataco directamente la propuesta, pero ¿por qué no atacamos al mismo tiempo la reducción de jornada y el problema del absentismo?», insistió.
El directivo traslada su malestar a un «entorno legislativo insoportable» por el coste que supone adaptarse a toda la regulación, especialmente la que llega de Bruselas en materia de sostenibilidad. «Tenemos encima de la mesa el real decreto de residuos, cambio climático, deforestación, información no financiera, movilidad sostenible, morosidad, reglamento sobre inteligencia artificial... 683 normas que en el 2023 se han generado en España, un 73 % de origen Europa», explicó González.
A su juicio, el coste que supone la adaptación de las empresas a esta regulación «tiene un impacto directo en inversión y empleo» y, también, en el coste final de los productos, impactando en la inflación.
En todo caso, desde el sector prevén que el precio de los alimentos pueda empezar a bajar de aquí a final de año. Es decir, que se produzca ya un proceso de deflación en esta partida del IPC, después de tres meses consecutivos presentando tasas negativas en términos intermensuales. «Lo peor de la inflación ha pasado de manera clara. Vamos a enfrentar una situación de precios de alimentos por debajo del índice general y muy próxima a cero o incluso negativo antes de fin de año», indicó González.
Jornada laboral
Más allá de los retos para adaptarse a la regulación, el malestar de los empresarios con las políticas en materia laboral del Gobierno es cada vez más patente, también con la incertidumbre generada en las negociaciones para reducir la jornada de 40 a 37,5 horas semanales que la patronal rechaza de plano tal y como está planteada por el Ministerio de Trabajo. Desde el sector del gran consumo, con un peso del 25 % sobre el PIB nacional, advierten que tratar de favorecer la conciliación sin sumar otros grandes problemas al debate como los mencionados perjudica al objetivo final de las propuestas: mejorar la productividad.
En el mismo sentido se manifestaba el martes la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), indicando especial preocupación por que la negociación se lleve a cabo «a espaldas de los convenios ya pactados». «Imponer por ley una reducción de la jornada laboral puede llevarnos a una desagradable sorpresa: que muchos empresarios tengan que recortar su producción por no poder asumir el coste de contratar a más personas», indicaba la presidenta de la patronal, Matilde García Duarte, quien calificó de «populista» la medida.