El grupo de Manuel Añón ha multiplicado su facturación por más de 55 en los últimos diez años, hasta los 1.500 millones de euros
20 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Un taller de ferralla en Paiosaco fue el embrión del grupo Hierros Añón, que este año facturará 1.500 millones de euros, lo que significa que su volumen de negocio se ha multiplicado por más de 55 en los últimos diez años. Está integrado por más de una docena de empresas distribuidas por Europa, donde da empleo a 2.500 trabajadores. El capital de Hierros Añón SA, de la que cuelgan el resto de las compañías —en el gráfico adjunto se observa una aproximación a la estructura de esta empresa— es 100 % familiar. El grupo lo preside Manuel Añón Rey, quien cuenta con sus hijos, Manuel, Gonzalo y Andrea. Ellos, según confirmó su padre, tuvieron mucho que ver con la última compra llevada a cabo: la adquisición de las filiales en el Reino Unido, Francia, los Países Bajos y Bélgica de Klöeckner, que se ha integrado en distintas sociedades. Entre los factores positivos de esta operación: garantizarse la seguridad en los mercados de materias primas.
La historia de Hierros Añón no siempre fue el resultado de un camino asfaltado. Manuel Añón Rey, su presidente, lo reconoció en una entrevista publicada el 5 de octubre, en la que dejaba entrever que su actitud como empresario siempre pasa por ser capaz de aprovechar las oportunidades que van apareciendo y por evitar mantenerse en la misma posición cuando algo no funciona. Contó el periodista de La Voz Xosé Ameixeiras cuál era la filosofía del empresario: «O creces o decreces», y aunque le puede dar vértigo tener la responsabilidad de que de él dependan 2.500 familias, «el tren pasa una sola vez, y o lo coges, o lo dejas». Con esa máxima, Hierros Añón se sitúa hoy como el primer grupo individual y familiar en la distribución de acero en Europa. El 19 de noviembre Añón recogerá el premio Familia Empresaria, que este año cumple su XVIII edición, acto con el que se quiere reconocer la proyección internacional del grupo gallego, que sigue teniendo en su ADN una fuerte vocación de crecimiento.
Manuel Añón es una persona más bien callada y con un gran espíritu de trabajo, dicen personas allegadas: «Es de esos empresarios que controlan todo el negocio. Sabe cuánto factura cada fábrica, sabe cuántos empleados tiene en cada una de ellas, conoce minuciosamente la actividad y a cualquier hora del día o la noche está dispuesto a resolver cualquier problema que surja». Vigila y está encima de la empresa y es «como un ordenador» que confía en los de siempre. Aunque reside en Madrid, el empresario, sigue muy pegado a Paiosaco. Desde hace años patrocina el equipo de fútbol de la localidad, que en estos momentos está jugando en preferente futgal, a donde descendió desde tercera (su perfil de Whatsapp muestra el escudo del equipo). Entre unas cosas y otras, consigue tener tiempo para ver los partidos del Atlético de Madrid. Dicen que es colchonero confeso; sus hijos Gonzalo y Andrea, del Real Madrid: y mientras, se puede decir que Manuel júnior arbitra tantas emociones.