El Congreso da más margen al Gobierno para acordar los impuestos a banca y energéticas
ECONOMÍA
El plazo, que finalizaba mañana, se extiende ahora hasta el 6 de noviembre
29 oct 2024 . Actualizado a las 11:51 h.La Mesa del Congreso ha acordado ampliar el plazo de enmiendas a la ley que crea un impuesto complementario para asegurar una tributación mínima de las multinacionales, con lo que el Gobierno gana algún tiempo de margen para acordar los impuestos de banca y energéticas, que se iban a incorporar a esta norma.
Según han confirmado a EFE fuentes de la Mesa, el plazo de enmiendas parciales a este texto, que se iba a cerrar este miércoles tras varias prórrogas -entró en el Congreso en junio-, se volverá a ampliar hasta el 6 de noviembre.
Este proyecto de ley transpone una directiva europea que pretende regular el denominado Pilar 2, por el que se pretende evitar una competencia fiscal a la baja entre países en el impuesto de sociedades.
En España ya opera una tipo mínimo efectivo del 15 % de la base imponible para empresas que facturan más del 20 millones de euros, que ahora se complementa con el nuevo tributo, sin que suponga una doble imposición.
Este impuesto complementario afectará a los grupos con una facturación superior a 750 millones de euros, de manera que garantizará que tributan al menos un 15 % de su resultado contable ajustado en cada uno de los territorios donde operan.
La ampliación del plazo de enmiendas ajusta aún más el plazo para aprobar la transposición de la directiva -que ya está fuera de plazo- antes de final de año, ya que todavía tiene que pasar por comisión, Pleno y el Senado.
Gravámenes sobre la banca y las energéticas
Más allá del texto estricto del proyecto de ley, se espera que se aproveche la tramitación ya avanzada de esta norma para incorporar otras regulaciones pendientes, entre ellas la conversión en impuestos permanentes del gravamen sobre la banca y las energéticas.
Estos gravámenes se plantearon como extraordinarios y temporales y decaerán a final de año salvo que se prorroguen o se conviertan en impuestos permanentes, tal y como pactaron PSOE y Sumar en la investidura y el Gobierno ha comprometido en el plan fiscal remitido a Bruselas.