CaixaBank busca recuperar sus orígenes con un histórico de la catalanidad del banco como presidente

j. m. c. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

MAXIMO GARCIA DE LA PAZ | EUROPAPRESS

Tomás Muniesa pilotará la oportunidad futura que deje la opa al Sabadell

03 nov 2024 . Actualizado a las 19:25 h.

«Teníamos a un presidente del Athletic y ahora tenemos a uno del Barcelona». «Nuestra sede está en Valencia con carácter indefinido». Este juego geográfico de declaraciones, realizadas por el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de resultados de la entidad el pasado jueves, revelan la realidad, pero también la intencionalidad, con la que el grupo ha movido sus hilos y lo seguirá haciendo en el futuro. Con un presidente de la casa, de toda la vida, de la escuela de Isidro Fainé, para completar el nuevo tándem de la primera entidad financiera del país.

La salida «voluntaria» de José Ignacio Goirigolzarri de la presidencia del banco apunta a algo más que un deseo personal del banquero vasco. Del movimiento posterior de fichas en la cúpula de la entidad subyace una realidad que se da en cualquier proceso de fusión: tarde o temprano, la grande se come a la pequeña. Y el final de Goiri, como se le conoce en el sector financiero, es el de la integración definitiva de Bankia en CaixaBank.

CaixaBank es consciente de que, como primera entidad en España por volumen de negocio, activos, ahorros y gestión de nóminas y pensiones, precisa reforzar su presencia en todo el país. Así lo lleva haciendo desde hace años, con la figura de Isidro Fainé, el presidente de la Fundación La Caixa, como hombre de Estado que quiere jugar un papel determinante en los intereses estratégicos de la economía.

Pero, a la vez, el grupo no se desprende de sus orígenes. Y para ello apuesta por un directivo, Tomás Muniesa, que acumula más de cuatro décadas en cargos en la entidad. La catalanidad de CaixaBank, entendida como el epicentro del poder que ha ejercido desde Barcelona, se entiende, además, por otra derivada: la opa de BBVA sobre Sabadell. En el trasfondo de esta operación subyace el futuro mapa bancario catalán.