Las empresas eólicas tendrán que vender el 50 % de su energía a firmas gallegas con acuerdos de suministro a largo plazo
ECONOMÍA
La conselleira de Economía sostiene que la medida beneficiará a las pymes
05 nov 2024 . Actualizado a las 18:02 h.La energía supone, para las empresas, uno de los costes que impacta de lleno en sus cuentas. Por eso, cada vez más, grandes compañías llegan a acuerdos a largo plazo con suministradores de energía renovable a precios competitivos, bautizados como PPA, por sus siglas en inglés. La Consellería de Economía persigue que ese modelo se exporte a las pequeñas y medianas empresas de la comunidad, y por ello, la titular de ese departamento, María Jesús Lorenzana, ha anunciado esta mañana que los promotores eólicos deberán firmar este tipo de contratos con las firmas gallegas por al menos «o 50 % da enerxía producida».
En su intervención en el pleno del Parlamento para explicar las líneas generales de la consellería, subrayó que, con esta medida, la Xunta garantiza que la mitad de la energía que se produzca en los parques «vai permanecer en Galicia». Además, añadió que también posibilitará que esa bolsa energética se quede fuera de la fluctuación de los precios del gas.
Es una actuación más que viene a sumarse a las últimas anunciadas por el mencionado departamento con respecto al sector eólico, como la obligatoriedad de repotenciación de los parques que superen los 20 años de vida operativa y también la reforma del canon eólico. La conselleira también defendió la estrategia de que la sociedad mixta Recursos de Galicia ponga en marcha una comercializadora para rebajar el precio energético tanto a vecinos de instalaciones de generación como a empresas.
Por otro lado, Lorenzana anunció su intención de que, antes de que finalice el año, se convoquen 60 derechos de explotación minera en las cuatro provincias gallegas.
La socialista Patricia Iglesias alertó a la conselleira sobre la «inseguridade xurídica sen precedentes» en el sector eólico, en el que recordó los más de 70 parques paralizados por el Tribunal Superior de Xustiza sobre los que, acusó a Lorenzana, no hizo mención en su intervención. También centró parte de su intervención en el futuro de la sociedad Recursos de Galicia, participada en un 30 % por la Xunta para, entre otros objetivos, reducir la factura de la luz en el entorno de proyectos de renovables. «Nin vai ser pública nin vai ser social nin abaratará a luz dos galegos e galegas», reprochó Iglesias, quien lamentó que el Gobierno gallego no cuente con una «política enerxética ambiciosa».
En la misma línea, el nacionalista Brais Ruanova subrayó la «privatización» de los recursos naturales que supuso la aprobación de la ley en esta materia, a la que se refirió como «lei de depredación» y, como ya acuñaron otros miembros de su grupo, «cabalo de Troia», al interpretar que se disfraza «con boas intencións» para que después «as empresas e o lobby eléctrico saquen tallada». «Un país sen industria propia e dono dos seus recursos está condenado ao fracaso», subrayó en varias ocasiones de su discurso el diputado del Bloque.
Desde el grupo popular, el parlamentario Rubén Lorenzo afeó al BNG el acumular «vinte anos co mesmo discurso». Advirtió que Galicia «non se pode permitir volver a perder o tren» ante la transición energética, y preguntó retórico a la oposición: «Non é positivo para Galicia pasar de 3.000 aeroxeneradores a 600?».