Alejandra Kindelán: «El impuesto a la banca va a afectar al crédito y, si se aprueba, lo recurriremos»

Lucas Irigoyen MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Pedro Puente Hoyos | EFE

La presidenta de la AEB critica que el gravamen, tal y como está diseñado «es una barrera al crecimiento»

10 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La banca afronta estos días en España dos cuestiones clave con el Gobierno. Por un lado, la puesta en circulación de 5.000 millones de crédito avalados por el ICO para la recuperación de los daños de las inundaciones en Valencia. Y, por otra parte, el impuesto a las entidades financieras que el Ejecutivo quiere hacer permanente y esta semana se debate en el Congreso de los Diputados. La responsable de la patronal bancaria en España, Alejandra Kindelán, fija prioridades: «Habilitar el crédito lo más rápidamente posible» en colaboración con el Gobierno para atender a Valencia, pero también lanza un reproche a ese Ejecutivo central por «no haber mantenido un diálogo normal» para una cuestión del calado del impuesto.

—Los bancos recibieron la victoria de Trump con caídas en la Bolsa. ¿Cómo es la exposición de las entidades españolas?

—Su llegada lo cambia todo. Afecta al comercio mundial por su voluntad de imponer aranceles. Cambia la macroeconomía, la geopolítica. Hace dos semanas, en la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, una de las conclusiones que se sacaron fue que el mercado todavía no había incorporado todos los riesgos geopolíticos. Y, tras las elecciones, vimos que la bolsa europea cae, especialmente las empresas que tienen llegada internacional.

—¿Cuál debe ser la respuesta?

—Nos tenemos que poner las pilas en Europa. Hay que ejecutar la hoja de ruta del informe Draghi: más integración, más autonomía estratégica, crecer más y competir. Y para eso necesitamos unidad de mercado y una regulación más equilibrada.

—¿La intención del Gobierno de hacer permanente el impuesto a la banca va en esa dirección?

—Absolutamente no. Es un gravamen que se introdujo cuando los tipos de interés estaban subiendo, fue la justificación. Y ahora están bajando y hay una necesidad enorme de inversión. Para eso es fundamental que la banca esté fuerte. El impuesto, tal y como está diseñado, es una barrera al crecimiento. El crédito se va a ver afectado sí o sí. Los cálculos del sector son un impacto de unos 50.000 millones de euros.

—A la luz de los beneficios de los bancos, sí parece que estén fuertes. ¿No cree que se hace difícil de entender la oposición al impuesto?

—Seguramente tenemos que explicar más y mejor la importancia de la rentabilidad. Es esencial para la banca. Los resultados son elevados porque España es sede de bancos muy grandes, internacionales, y el 60 % de esos resultados provienen de esos países. El beneficio va en un tercio al pago de impuestos, 14.000 millones de euros; otro tercio es pagar a los accionistas, necesarios para mantener la sostenibilidad del sector; y el otro tercio es para acumular capital con el que seguir prestando.

—Fedea dijo que el impuesto es una «multa» a un sector que es «antipático» a una parte del Gobierno. ¿Se sienten castigados por el Ejecutivo?

—Creo que es un señalamiento muy claro y muy injusto a un sector que lo que hace es apoyar al crecimiento y al progreso de familias y empresas.

—¿Qué les dice el Gobierno?

—Tenemos una relación muy fluida en muchas cuestiones. Sin embargo, en esto no hemos tenido información. No ha habido los procesos de consultas habituales. Hemos trasladado nuestra decepción.

—¿Y a los partidos políticos que tienen que votarlo?

—Que piensen en grande y que busquen objetivos a medio plazo. Esto es muy cortoplacista, es generar ingresos impactando en la capacidad de crecer y competir.

—Si se aprueba, ¿lo recurrirán?

—Sí, por supuesto. Este impuesto tal y como está redactado tiene deficiencias.

—¿Cree que hay presión del Gobierno para prolongar la decisión de Competencia sobre la opa de BBVA por Sabadell?

—Es una cuestión de la que no debo hablar, son dos bancos asociados en la Asociación Española de Banca (AEB).

—El Banco Central Europeo insiste en limitar las presidencias ejecutivas de las entidades, que son mayoría en España.

—Hemos presentado las alegaciones oportunas, pero dentro de las posibilidades que hay para gobernar una entidad todavía nadie ha garantizado que un sistema sea mejor que otro.

—¿Qué hace falta para aumentar la capacidad de financiación que reclama Draghi para Europa?

—Tres cosas: completar la unión bancaria, crear un fondo de garantía para los depósitos único en Europa y crear un marco regulador equilibrado.

—¿Reducir regulación?

—No es cuestión de menos, es reducir complejidad y asegurar que la supervisión no va más allá de la regulación. Después de la crisis del 2008 los sistemas han funcionado, los bancos han resistido una pandemia, dos guerras a las puertas de Europa y cubren el 75 % de las necesidades de financiación de las empresas.