Competencia complica la opa del BBVA sobre Sabadell al prolongar su análisis
ECONOMÍA
Abre la puerta a que opinen y aleguen el Gobierno y otros interesados
13 nov 2024 . Actualizado a las 08:24 h.Sin sorpresas. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidió este martes prolongar el análisis de la opa que BBVA presentó sobre Sabadell el pasado mayo, en lugar de darle ya su bendición. De esta forma, la Sala de Competencia de la institución ha materializado el peor escenario para el banco vasco, que no solo tendrá que esperar probablemente hasta marzo del próximo año para tener una respuesta de la CNMC, sino que además verá como tanto el Gobierno como cualquier otro actor —afectado o no directamente por la operación, pero interesado en dar su opinión— podrán presentar alegaciones a la misma.
Porque eso es precisamente lo que supone la fase 2 a la que Competencia acaba de pasar el análisis de la opa, después de no aprobar la absorción de Sabadell en la fase 1, consistente en realizar un mero análisis técnico de la misma y que fue suficiente para dar luz verde al matrimonio de CaixaBank y Bankia.
A diferencia de este precedente, ahora la CNMC ha analizado si la operación suponía un riesgo para la libre competencia, al provocar una excesiva concentración de cuota de mercado y oficinas en determinados territorios, como el este del país, pero no lo ha considerado suficiente y quiere profundizar más. Y es que, a diferencia del caso CaixaBank-Bankia, esta opa es hostil, es decir, no querida por el Sabadell.
Por eso la cuestión es otra. Más allá de que la apertura de la fase 2 supondrá dilatar el tiempo de la resolución —y con él otras decisiones también pendientes, como la de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)—, así como la culminación de la opa; otro quebradero de cabeza para el banco que preside Carlos Torres es que en esta nueva etapa se abre la puerta a las alegaciones.
El momento del Ejecutivo
Aquí cabe recordar que el Gobierno no ha dejado duda de su frontal oposición, ya que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, no ocultó desde el primer momento que estaba dispuesto a impedir la fusión y obligar a ambas entidades financieras a seguir funcionando como independientes —eliminando así las sinergias y la escala que busca BBVA—, incluso si finalmente se culminaba una absorción cuya aprobación corresponde exclusivamente a Competencia.
El Ejecutivo no es el único que no ve con buenos ojos el movimiento hostil de BBVA sobre Sabadell, y que así podrá expresarlo ante Competencia. Los empresarios catalanes, los sindicatos o asociaciones de consumidores, entre otros, habían mostrado su preocupación por el impacto que pueda tener sobre la competencia del sector financiero.
Igualmente BBVA, Sabadell y «otros terceros con interés legítimo» podrán presentar alegaciones, mientras que las comunidades autónomas en las que la concentración sea más intensa deberán presentar un informe, a petición de Competencia.
En cualquier caso, la resolución final que apruebe la CNMC podrá autorizar, aceptar compromisos, imponer condiciones o prohibir la operación de concentración de BBVA y Sabadell.
La oferta del banco vasco a los accionistas del catalán no se ha movido: abonarles 0,29 euros en efectivo y entregar una acción nueva por cada 5,019 del Sabadell, teniendo en cuenta los dividendos pagados por ambas entidades en octubre.
BBVA seguirá «colaborando»
A falta de saber cómo acoge hoy el mercado la decisión de Competencia, los bancos protagonistas se apresuraron a pronunciarse en la tarde de ayer. BBVA aseguró que «continuará colaborando estrechamente con la CNMC para culminar cuanto antes el acuerdo de compromisos y la aprobación del expediente», mientras que Sabadell considera que el movimiento de Competencia confirma la «complejidad de la opa hostil» lanzada por el grupo vasco y la necesidad de estudiarla en profundidad.