Dalphi Metal sortea la crisis de la automoción y sigue creciendo en ventas y beneficios

Dalphi Metal España, la proveedora de la automoción perteneciente al grupo alemán ZF Friedrichshafen desde el 2015, se encuentra entre los proveedores más grandes y diversificados del mundo en la industria automovilística. Al menos al cierre del 2023, año en el que sorteó la crisis del sector con solvencia. Las cifras corroboran que los objetivos de ventas, ingresos y beneficios mantienen la línea de crecimiento diseñada por la compañía especializada en seguridad pasiva, es decir, la fabricación de volantes y airbags en sus plantas de O Porriño, Vila Nova y Vigo, que dan empleo a 685 trabajadores.

La facturación de la sociedad creció en el 2023 hasta los 460,38 millones de euros, lo que representa un incremento de casi 54 millones respecto a un año antes, según las cuentas presentadas ante el Registro Mercantil. Una escalada significativa si se tiene en cuenta que Dalphi Metal venía de unos años difíciles. De hecho, el primer año de pandemia pasó de facturar 535 millones de euros a 392, una caída entonces del 26,7 % protagonizada por la crisis de suministros aparejada al covid. Aun así, conseguía mantenerse entre las 500 empresas nacionales de mayor facturación.

Desde entonces, el volumen de negocio de la firma ha invertido la curva hacia el crecimiento y en el 2023 no solo ha vendido más, sino que los beneficios también han aumentado hasta los 18 millones de euros. Muchas de las medidas que se han adoptado están relacionadas con ajustes de carácter interno: «Para mejorar el rendimiento operativo se han reducido inventarios, se han tomado medidas para compensar la inflación negociando precios con los clientes y se han reducido costes», se explica en la memoria.

Respecto a las ventas registradas, el 2 % fueron en España, el 80 % en la UE, y el 18 % en el resto del mundo, siendo sus principales clientes los fabricantes de automóviles.

La dirección de la compañía, que el pasado julio celebraba los 50 años de su centro productivo de Vigo, sostiene que el 2023 estuvo marcado «por la continuidad de la crisis, los desafíos geopolíticos e incertidumbres del sector». De hecho, la sociedad se acogió a un ERTE, por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción, que supuso una reducción media del 2,40 % de la jornada laboral del 10 % de la plantilla en la planta de O Porriño durante todo el 2023.

Una perspectiva que lejos de corregirse sigue golpeando a la industria en todo el continente europeo. De hecho, así lo reconoce Dalphi Metal para este 2024, ejercicio que considera «igualmente desafiante», de ahí que la hora de ruta sobre la que ha trabajo todos estos meses se oriente a «dominar la transformación tecnológica hacia la movilidad eléctrica y mantener el plan estratégico en marcha, estableciendo prioridades y usar la transformación como oportunidad para nuevas perspectivas y crecimiento sostenible»

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