Navantia cerrará en enero la compra del astillero del Titanic

Beatriz García Couce
Beatriz Couce REDACCIÓN

ECONOMÍA

Ricardo Domínguez, presidente de Navantia, en una foto de archivo
Ricardo Domínguez, presidente de Navantia, en una foto de archivo Cedida

La filial británica de la compañía española gestionará cuatro factorías de Harland & Wolff, en concurso de acreedores desde el pasado septiembre

19 dic 2024 . Actualizado a las 13:55 h.

Navantia rompió este jueves su silencio con respecto a la compra de los astilleros de Harland & Wolff, cuya matriz está en concurso de acreedores desde el pasado septiembre. La empresa que preside Ricardo Domínguez adquirirá las plantas de Irlanda del Norte (Belfast) -en donde se construyó el Titanic-, Inglaterra (Appledore) y Escocia (Methil y Arnish), para «garantizar el cumplimiento del programa de construcción naval Fleet Solid Support (FSS) en un mercado tan relevante como el británico». La mencionada compañía británica era el subcontratista principal de ese programa, que comprende la fabricación de tres buques logísticos para la Armada de ese país. La operación se cerrará a lo largo del próximo mes de enero.

Desde que estalló la crisis, la principal preocupación de la compañía fue garantizar la ejecución de ese pedido, que está valorado en 2.000 millones de euros, siendo su mayor encargo de exportación firmado hasta el momento. La construcción de los barcos -de 216 metros de eslora y 39.000 toneladas de peso- se repartirá entre los astilleros de Puerto Real (Cádiz) junto a las instalaciones de Harland & Wolff en Belfast (Irlanda del Norte) y Appledore (Inglaterra).  Su ejecución generará actividad para 1.600 empleos (directos, indirectos e inducidos) en España, gracias a la participación del astillero de Puerto Real (Cádiz) junto a las instalaciones británicas.  

«En virtud del acuerdo, que está sujeto a negociación y a las autorizaciones regulatorias pertinentes, la filial británica de Navantia gestionará las capacidades industriales de Harland & Wolff aplicando su experiencia en construcción naval, gestión de programas complejos y transferencia de conocimiento», subraya la empresa pública. La firma valoró positivamente «el compromiso del Gobierno británico con el programa de construcción naval FSS y garantiza su ejecución y el fortalecimiento de las capacidades industriales locales, de acuerdo con las necesidades de construcción naval y del mercado de defensa de Reino Unido.

En el acto de arranque de la construcción de un Buque de Acción Marítima (BAM) en la planta de Puerto Real, el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, aseguró que «no podíamos permitir que el programa se detuviese; teníamos que continuar con la reputación de Navantia de compromiso con nuestros clientes y la solución fue la de poner encima de la mesa la posibilidad de adquirir los astilleros». Además, añadió que cuentan con los permisos para afrontar esa operación y que «el FSS sea una realidad».

Domínguez afirmó que la adquisición supone «un cambio en el paradigma de Navantia» y confió en que la incorporación de los astilleros británicos abra puertas para otros mercados, aunque el objetivo principal sea el de afianzar el contrato en curso.