El futuro del concierto queda en manos de Asisa y DKV, que tienen hasta el 15 de enero para decidir si concurren al nuevo concurso
29 dic 2024 . Actualizado a las 11:41 h.Nuevo seísmo en la crisis que arrastra Muface estos últimos meses. Adeslas anunciaba el viernes su decisión de salir del concierto y dejaba así en el aire la sanidad de más de medio millón de funcionarios y familiares que, hasta ahora, dependían de esta aseguradora.
¿Por qué se va Adeslas?
A pesar de que el Gobierno mejoró la oferta inicial —incluyendo una subida de las primas que cobrarán las compañías del 33,5 %, frente al 17,12 % ofrecido inicialmente— Adeslas alega que no le resulta viable seguir en Muface. En un comunicado publicado estos días, afirma que el nuevo concierto le generaría unas pérdidas de 250 millones de euros entre los años 2025 y 2027, casi las mismas que ha registrado entre el 2022 y el 2024. De hecho, la aseguradora considera que el modelo de este concierto es «económicamente insostenible» tras años siendo deficitario y reconoce que, en caso de mantenerlo, «comprometería la solvencia y el futuro» de la empresa. Las cifras ofrecidas por el Ministerio de la Función Pública para la renovación quedan muy alejadas de lo que Adeslas solicitaba en un primer momento, que puso sobre la mesa un incremento de la prima del 47 %. Y eso, para dos años solo (2025 y 2026), frente a los tres años ofrecidos por el Gobierno.
De hecho, Adeslas ya había movido ficha antes de la nueva oferta de licitación que le había presentado el Ejecutivo central y había enviado una carta a sus mutualistas despidiéndose.
¿Y las otras mutualidades que estaban con Adeslas?
Hay que tener en cuenta que el rechazo de Adeslas —controlada en un 50,1 % por el grupo Mutua Madrileña y en un 49,9 % por CaixaBank— solo afectará a los mutualistas que están incluidos en el concierto de Muface. La aseguradora seguirá prestando sus servicios sanitarios a los más de 650.000 funcionarios y familiares que están acogidos a Isfas —la mutualidad de los militares— y Mugeju —la de los jueces—, que en ambos casos tienen garantizada la continuidad del servicio.
¿Cuántas personas se verán afectadas?
Adeslas era hasta la fecha la que prestaba servicio al mayor número de mutualistas dentro del concierto de Muface. Según los últimos datos publicados por el organismo público en su memoria —correspondientes al año 2023—, un total de 365.980 titulares estaban bajo el paraguas de esta aseguradora, a los que habría que sumar otros 142.723 beneficiarios (familiares de los titulares). En total, 508.703 personas, lo que supone el 33,08 % de todos los asegurados del concierto.
Mucho más discretas son las cifras de los otros dos agentes. Asisa, da soporte a 363.946 personas (un 23,67 % del total), mientras que DKV se reparte 199.619 entre los que están en su división de Seguros y otros 8.092 correspondientes a la parte internacional (un 12,98 y un 0,53 % del total, respectivamente).
¿Se quedarán sin sanidad los funcionarios de Adeslas?
De ninguna manera. Hay que tener en cuenta que el Gobierno ha obligado a las tres aseguradoras a extender, al menos, hasta abril el servicio de Muface, a la espera de ver qué sucede con el nuevo concierto. Esto supone que, aquellos que hasta ahora se encontraban en Adeslas seguirán teniendo garantizado su servicio sanitario y que, además, contarán con cierto margen para decidir si se pasan a la sanidad pública o, en cambio, deciden cambiarse a alguna otra aseguradora. Además, el Gobierno tiene un as bajo la manga, puesto que, en caso de que la licitación vuelva a quedar desierta, podría extender esta prórroga hasta finales del mes de septiembre, echando mano de la ley de Contratos del Sector Público.
¿Y ahora de quién depende el concierto?
Esto también está en el aire. Aunque parece que Asisa coge fuerza. DKV lleva varias semanas mostrando reticencias a presentarse al nuevo concierto e incluso fue una de las primeras (lo hizo ya en verano) en advertir al Gobierno que estaba dispuesta a salir del concierto si no se aumentaba la prima en un 40 %. De hecho, DKV ya salió del concierto de Mugeju y, aunque asegura estar analizando las condiciones del nuevo pliego, hay muchas posibilidades de que también abandone este.
No es esta la primera vez que las aseguradoras salen del concierto de Muface. Otras como Mapfre, Axa o Sanitas ya decidieron salir del convenio hace años al no lograr una prima que les permitiera prestar el servicio sin tener que incurrir en pérdidas.
Ante esta situación, son muchos los funcionarios que miran con esperanza a Asisa, que incluso ya se mostró bastante abierta a participar en la primera licitación (la lanzada en octubre que ofrecía un 17,12 %). Por aquel entonces, su única condición era no quedarse como única aseguradora, pero se desconoce si, con el último incremento aprobado, estaría dispuesta a asumir en solitario la prestación.
¿Qué plazos tienen los trabajadores públicos para cambiar?
La disyuntiva tendrá que ser resuelta, como muy tarde, el 15 de enero. Puesto que es la fecha límite que impuso Muface a las aseguradoras para suscribirse al nuevo convenio.
Los trabajadores públicos también tendrán cierto margen para decidir sobre su futuro. En primer lugar, tendrán todo el mes de enero para decidir si se cambian de aseguradora a una de las que sí se presente al concurso o, en caso contrario, si prefieren cambiar de lo privado al sistema público. Esta misma ventana se volverá a abrir en abril. Con la entrada en vigor del nuevo concierto, podrán revertir su decisión y volver a cambiar.
Los sindicatos piden una reunión urgente para analizar la situación
Tras el anuncio de Adeslas, el sindicato CSIF exigió al Gobierno una reunión «al más alto nivel» para analizar la situación de la sanidad de los funcionarios y tratar de buscar soluciones: «Exigimos que haga público con total transparencia los informes que les trasladaron las aseguradoras sobre el impacto del concierto y el informe de la AIReF [que incluye un análisis sobre la eficacia y eficiencia de Muface], que no puede demorarse más», explican desde CSIF. Además, los representantes de los funcionarios han pedido a las aseguradoras la máxima responsabilidad ante la gravedad de la situación: «Les pedimos que no abusen de la situación».