La vuelta de Sabadell a Cataluña complica el acercamiento de BBVA a los minoritarios

Clara Alba MADRID/COLPISA

ECONOMÍA

El Sabadell ha anunciado el regreso de su sede a Cataluña
El Sabadell ha anunciado el regreso de su sede a Cataluña Quique García | EFE

La estrategia de la entidad vallesana lleva la operación al terreno político y obliga a pensar en una opa sin fusión

26 ene 2025 . Actualizado a las 18:47 h.

El golpe de efecto que Banco Sabadell ha conseguido con la decisión de devolver su sede a Cataluña podría tener consecuencias más allá de las que supone llevar al terreno político la opa lanzada por BBVA. Desde que se hiciera pública su intención -en mayo de 2024-, el banco vasco se ha esmerado en trasladar a los accionistas las bondades de la operación. El propio presidente de la entidad, Carlos Torres, ha mantenido diversos encuentros con empresarios e inversores en Barcelona, consciente del rechazo de buena parte de la sociedad, los sindicatos y el tejido productivo de la región a la oferta. Los esfuerzos no se han centrado solo en los institucionales (fondos de inversión, de pensiones, aseguradoras y otros bancos e instituciones). BBVA sabe bien que las características de Banco Sabadell -sin un núcleo duro de accionistas- obligan también a ganarse el favor de los minoritarios. Un grupo que copa el 48 % del capital del banco. Y muchos de ellos -en torno a tres cuartas partes- son, además, clientes del Sabadell, según fuentes financieras. A pesar de que el mensaje desde BBVA es que «el traslado de sede no cambia nada en la opa», lo cierto es que el movimiento ha reforzado el sentimiento de arraigo catalán, también entre esos inversores locales con peso en el accionariado que, en muchos casos, compraron sus acciones hace años, cuando el banco cotizaba por encima de los precios actuales y, por tanto, por encima de la propia opa.

«Durante el 'procés', el cambio de sede y la fuga de depósitos del banco supuso un golpe muy duro, sobre todo por la alta vinculación que tenemos los clientes con la entidad», explica Jordi Casas, presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Banco Sabadell y de la Fundación para la Industria, heredera del Gremio de Fabricantes de Sabadell, donde se ubicó la primera oficina de la entidad. Para Casas, que Sabadell siga su camino en solitario implica también defender el vínculo con el tejido industrial de la ciudad. Eso, junto a la buena gestión que considera que César González-Bueno está realizando, justifica su postura, aunque esta puede chocar con la de otros minoritarios fuera de Cataluña. «Creemos firmemente que el retorno contribuirá al fortalecimiento de la entidad y de su relación con los accionistas, los clientes y la sociedad; la próxima Junta General, que se celebrará en Sabadell, será, sin duda, un acto de reafirmación de los accionistas con el banco», apuntaban esta semana desde la asociación en un comunicado.

Bajo ese escenario, BBVA debe jugar bien sus cartas con este colectivo de minoritarios para que la opa salga adelante sin generar heridas en el proceso. Una de las principales consecuencias en este sentido es que, si finalmente triunfa la operación, BBVA tendrá que mover la sede de Sabadell, teniendo en cuenta que la suya está en Bilbao y su centro de operaciones en el madrileño barrio de Las Tablas, en el edificio de La Vela. A la espera de conocer el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) -y el nivel de exigencia de las condiciones que el organismo pueda imponer-, fuentes conocedoras apuntan a que BBVA podría mover ficha en varios sentidos. Uno de ellos, comprometiéndose a mantener una sede en Cataluña pero que, en todo caso, no sería la central ni donde se tomen las decisiones.

Alternativas

La otra opción -la que de forma cada vez más recurrente aparece en el mercado- es que finalmente se consume una compra sin fusión. El propio Carlos Torres no ha desterrado nunca esta alternativa, al considerar que esa fórmula también generaría sinergias importantes. Eso sí, no es, ni mucho menos, la primera opción del banco. Por otro lado, el Ministerio de Economía ya ha manifestado en algunas ocasiones que vería con mejores ojos esa posibilidad. Esto resulta clave en este escenario de retorno a Cataluña del Sabadell, que muchos han interpretado como un movimiento para ganarse el favor político, con Salvador Illa (PSC) ahora al frente de la Generalitat y el interés del Ejecutivo en que otras empresas sigan por el mismo camino para demostrar que su política de normalización en la región empieza a dar resultados.

En este tablero se mueven ahora los dos jugadores, que en los próximos días tienen una cita clave con la presentación de sus resultados anuales. El primero en rendir cuentas será BBVA, que el jueves 30 transmitirá su firme convicción en la generación de valor que la fusión tendrá para los accionistas. Un mensaje clave, sobre todo tras conocerse que el 7 de febrero, cuando llegue el turno de Sabadell, la entidad catalana confirmará una nueva mejora del dividendo.

El mercado empieza a valorar una mejora de la oferta

El mercado lleva tiempo ajustando el precio de las acciones, tanto de BBVA como de Sabadell, a la oferta de canje de la entidad presidida por Carlos Torres. Tras los movimientos en Bolsa de las últimas semanas, la cotización de Sabadell ha llegado a superar varios días el mix propuesto en la oferta de canje más el dividendo. Es decir, los inversores han otorgado a la entidad un valor superior al que BBVA ofrece por ella. Algunos analistas valoran este movimiento como una señal de que el banco vasco podría mejorar su oferta, sobre todo tras conocerse que Sabadell anunciará una mejora en la remuneración al accionista en su próxima presentación de cuentas. Pero, hoy por hoy, esa posible mejora no entra en los planes de BBVA, que considera más que bien valorada su apuesta por el banco de Josep Oliu. Pese a ello, Bank of America ha sido uno de los primeros en apuntar a esa posibilidad. Ya a principios de año, los analistas de la firma -que valoran de forma muy positiva la fusión- consideraron que la previsión de ahorro de costes es conservadora, con lo que si BBVA ajustase esa variable, tendría margen para elevar la oferta. Alantra también ve espacio y una «alta probabilidad de que BBVA tenga que mejorar» lo planteado, considerando que la prima actual infravalora las perspectivas de rentabilidad de Sabadell en solitario. No obstante, la realidad es que BBVA no contempla esa posibilidad. Y, según apuntan los expertos, cualquier paso en este sentido tendría que llegar ya tras conocerse el informe de Competencia.