El Gobierno eleva 700 euros al año el salario mínimo, pero Hacienda se quedará hasta 300

Ya es una realidad. El Gobierno aprobó ayer una nueva subida del salario mínimo, un alza del 4,4 % que lo eleva hasta los 1.184 euros en cada una de las 14 pagas anuales, 50 euros más. Supone un total de 700 euros más al año de los que se beneficiarán 2,4 millones de trabajadores, aunque en algunos casos Hacienda se quedará con hasta 300 euros; es decir, con un 42 % de este aumento.

Desde hoy, pero con efecto retroactivo desde el 1 de enero, para llenar el vacío legal que quedó al echar abajo el Congreso el decreto ómnibus y dejar sin efecto la prórroga del salario mínimo del 2024, la renta más baja por desempeñar un trabajo a tiempo completo queda fijada en 16.576 euros brutos al año. «Hoy damos un paso histórico en esa nueva elevación del salario mínimo», señaló orgullosa la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que presumió de la «subida histórica» del 61 % que ha realizado el actual Gobierno desde el 2018, cuando el sueldo más bajo se situaba en 735 euros. «A España le sienta muy bien subir el SMI. Frente a todo lo que se ha escrito y reproducido, subir el salario mínimo no es una amenaza para España, sino lo mejor para que el país camine en la buena dirección. La historia del SMI en nuestro país es una historia de éxito», proclamó la ministra.

No obstante, su alegría por esta nueva subida se tornó en clara decepción tras conocerse, poco antes de su aprobación, que por primera vez en la historia el salario mínimo no quedará exento de tributar. La ministra de Hacienda no ha dado su brazo a torcer pese a la petición de la vicepresidenta segunda, y ha tomado la decisión de no actualizar el mínimo exento en el IRPF hasta los 16.576 euros anuales, que es el salario mínimo bruto anual que habrá en España para este 2025, por lo que las empresas deberán aplicarles retenciones sobre la parte del salario que exceda el mínimo exento. En cualquier caso, si solo tienen un pagador, estos trabajadores no estarán obligados a hacer la declaración de la renta, ya que el umbral de rendimientos del trabajo que obliga a declarar está fijado en 22.000 euros anuales.

Hasta ahora cada año Hacienda iba elevando el mínimo exento del IRPF en línea con el salario mínimo para que este no tributara, pero las sucesivas subidas del SMI, más de un 60 % desde 2018, justifican para Montero que ya no sea necesario hacerlo. Se trata de «un incremento muy por encima de la inflación. Nunca el SMI había subido con esa intensidad», justificaron en una nota enviada a los medios.

En esta línea, Hacienda sostiene que la mayoría de estos trabajadores, que representan el eslabón más débil del mercado laboral, seguirán sin sufrir retenciones por el IRPF y no pagarán nada porque «el Gobierno ya aprobó la mayor rebaja del IRPF para rentas bajas y medianas».

Solo un 20 % de los 2,4 millones de beneficiarios, en torno a medio millón, tributarán por ello como máximo una cuantía de 300 euros anuales, según sus estimaciones, que se basan en el informe elaborado por el comité de expertos de Trabajo. Tributar o no irá en función de las circunstancias personales del asalariado, y dependerá mucho de su estado civil y, sobre todo, de si tiene hijos o no. Así, por ejemplo, un contribuyente con pareja y que tiene un hijo menor de tres años no sufrirá ninguna retención en el IRPF, aunque si el niño tiene ya tres años o más tendrá que pagar a Hacienda 99 euros al año. La mayor retención la soportará, no obstante, aquel trabajador que esté soltero y sin hijos y cobre 1.184 euros al mes repartidos en 14 pagas, que tendrá que pagar 300 euros de IRPF.

Hacienda recaudará a lo largo del 2025 por la tributación de estos trabajadores un máximo de unos 150 millones (resultado de multiplicar el impuesto máximo por el medio millón de afectados).

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