Fórmulas para obtener el mejor rendimiento del oro, que cotiza a más de 3.000 dólares la onza

susana pérez MADRID / E. LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN A. SOLER

Los expertos aconsejan invertir a través de fondos cotizados

30 mar 2025 . Actualizado a las 12:10 h.

El oro está de moda. El salto de su precio por encima de los 3.000 dólares por cada onza (28,3 gramos) y su revalorización de más del 40 % en un año capta la atención de cada vez más inversores.

Son varias las vías a disposición del ahorrador para intentar rentabilizar este tirón. La primera es la compra de oro físico, bien lingotes o monedas, para lo cual se debe acudir a un establecimiento especializado y acreditado, o a través de internet. Los particulares cuentan con la ventaja fiscal de que no deben pagar el IVA. Pero no están exentos de tributar a Hacienda en el momento de la venta, en el apartado de ganancias y pérdidas patrimoniales. Uno de los principales escollos es el almacenamiento, ya que no es conveniente guardarlo en casa por seguridad.

De ahí que los expertos aconsejen jugar esta partida a través de fondos cotizados (ETFs) que replican la cotización del metal precioso. Hay diversas opciones, pero los mayores suelen costes menores y son más líquidos. Se pueden encontrar productos por los que se cobran comisiones mínimas inferiores al 0,5 %. Algunos de los más destacados por los profesionales son el iShares Gold Trust Micro, el abrdn Physical Gold Shares ETF y el SPDR Gold Shares.

El L&G Gold Mining UCITS ETF es fondo cotizado de la categoría Renta Variable Oro y Metales Preciosos que ofrece mayor rentabilidad en lo que va de año entre los que se pueden comprar en España, con una subida de más del 32 %, según datos de Finect. Si se tiene en cuenta una trayectoria más larga sobresale el UBS (Irl) ETF plc - Solactive Global Pure Gold Miners UCITS ETF (USD) A-dis, con un rendimiento a 5 años que ronda el 17 %.

Estos dos ETFs presentan un enfoque más bursátil, es decir, tratan de reproducir el comportamiento de compañías con negocios vinculados a la minería de oro y su distribución, así como de otros metales preciosos. Una estrategia similar a la que despliegan algunos fondos de inversión tradicionales, que sería otra fórmula para apostar por la revalorización del oro, y en donde el Schroder International Selection Fund Global Gold A Accumulation EUR Hedged brilla en 2025 con unos beneficios acumulados para sus partícipes de más del 34 %. El Franklin Gold & Precious Metals Fund A (acc)EUR y el Ninety One Global Strategy Fund - Global Gold Fund A Acc EUR Hedged (Reference) también rebasan el 30 % de revalorización desde el pasado 2 de enero.

Los rendimientos están siendo formidables para quienes ya han tomado posiciones en todos estos productos al menos hace algunos meses. Pero ¿qué se puede esperar a partir de ahora? ¿Interesa invertir en oro en estos niveles de precios?

Una de las primeras cuestiones que hay que tener en cuenta es que el oro comprado en lingotes no ofrece rendimientos asociados, como los dividendos de las acciones o los cupones de los bonos. Las potenciales ganancias se obtienen exclusivamente de la diferencia entre el valor de venta y el de compra. De ahí que las perspectivas sobre su cotización futura sean clave para apostar o no por este activo.

Los analistas prevén subidas adicionales, al menos a corto plazo. La demanda del metal precioso está mostrando una gran solidez y no se ven motivos para que cambie el escenario. Juega a su favor la incertidumbre económica y geopolítica, que invita a los inversores (pequeños y grandes) a seguir tomando posiciones en activo refugio por excelencia.

Y el segundo factor que está apoyando el rali de su cotización tiene también visos de continuar. Se trata de las continuas compras de los bancos centra, especialmente intensas desde 2022, por su inclinación a a diversificar parte de sus reservas en dólares a otros activos, con el oro como principal opción.

Algunos analistas creen que el oro podría aproximarse a los 3.500 dólares a finales del año. Pero en general aconsejan cautela porque siempre existe el riesgo de una corrección más o menos brusca de los precios, que pille a los inversores a contrapié, especialmente a los menos experimentados.