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El kit de supervivencia de la UE que hubiera sido útil en el apagón masivo: transistores a pilas, velas, linternas, baterías externas o cargadores para el coche

P. V. LA VOZ

ECONOMÍA

Unha persoa comprando unha radio durante o apagón do luns.
Unha persoa comprando unha radio durante o apagón do luns. Álex Zea | EUROPA PRESS

Muchos tildaron la propuesta de Bruselas de alarmista o se mofaron de ella. Hoy, más que nunca, se ha comprobado la necesidad de disponer en los hogares de todo lo necesario para pasar con normalidad las horas

29 abr 2025 . Actualizado a las 13:46 h.

Hace justo un mes, sin saber lo que se nos venía encima, la Unión Europea instaba a sus ciudadanos a prepararse para lo peor, pidiendo que se tomasen medidas para tener en cada hogar del continente suministros que les permitieran a los habitantes sobrevivir hasta 72 horas de manera autónoma en la peor de situaciones posibles. Con este kit de supervivencia, Bruselas no se refería, concretamente, a un apagón masivo como el que ha vivido España —aunque la falta de electricidad estaba en la base de los elementos a tener en cuenta—, sino a cualquier catástrofe climática, tecnológica o hasta a la posibilidad de una guerra.

En su momento, muchos tildaron la firme propuesta europea de alarmista, y no fueron pocos los que incluso se mofaron de los consejos que llegaban desde Bruselas y que compartía el Gobierno de Sánchez. Otros se lo tomaron en serio. La compra de transistores a pilas se disparó apenas unos días después. Y estos, sin duda, han visto recompensada en muy poco tiempo su premura a la hora de seguir los consejos que venían de Europa.

Por suerte, y por mirar la parte positiva, el cero energético se produjo en España en plena primavera, en un día soleado y cálido, muy lejos de los días más fríos del invierno —o incluso los de hace unas semanas—, y también a mucha distancia de las altas temperaturas estivales. No ha sido ese escenario extremo para el que están pensados todos los elementos recogidos por el famoso y controvertido kit de supervivencia. Pero, como nunca sabemos cuándo puede volver a pasar algo que deje a los ciudadanos a merced de las circunstancias, repasamos cuáles son todos los elementos que habría que tener en el hogar para, al menos, poder sobrevivir sin ayuda externa durante más tiempo.

Empezamos, porque es lo que nos toca hoy más de cerca, con la energía.

Luz y calefacción

En caso de que haya un corte de electricidad, es aconsejable tener siempre a disposición cerillas, velas, mecheros y encendedores, además de linternas o lámparas que funcionen con baterías o cargadores solares para poder afrontar la oscuridad. Por precaución, deberíamos tener extintores a mano.

Si se produce en pleno invierno o en épocas frías, la temperatura del hogar se desplomará enseguida. Las guías recomiendan tener siempre a mano y accesibles prendas calientes, preferentemente de lana, así como calcetines, gorros o bufandas. También sábanas, mantas, edredones y sacos de dormir.

Como fuentes de calor, lo mejor, en caso de tener una chimenea, es disponer de leña. Otras alternativas pueden ser los calentadores de bombona o de gas, pero en estos casos hay que tomar siempre las precauciones necesarias para que haya ventilación en el hogar. Es mejor tener una ventana semiabierta para mantener respirable el aire y apagar los aparatos al irse a dormir. 

En casos en los que no tengamos ninguna fuente de calefacción, es recomendable juntarse todos con los habitantes de la casa en una habitación, tapar las ventanas con mantas y cubrir el suelo con alfombras o prendas cálidas.

Comida

Es necesario, para casos de necesidad, tener comida saciante, rica en energía y calorías, que se pueda almacenar de forma segura a temperatura ambiente y que sea fácil y rápida de cocinar, preferentemente con un mínimo gasto de electricidad o de agua. En caso de que tengamos una chimenea, se puede cocinar usando leña. En caso contrario, es conveniente tener a mano una cocina portátil o cámping gas. Lo mejor es aprovechar las compras regulares en el supermercado para adquirir algunos productos de más para almacenar. Entre ellos están:

    • Alimentos no perecederos, como granos, cereales, pasta, arroz, cuscús, leche en polvo, pan crujiente, sal o especias, guardadas preferentemente en envases herméticos para evitar que, ante la falta de supervisión, entren en ellos insectos.
    • Alimentos enlatados o envasados, como salsa de tomate, pesto, encurtidos, comidas preparadas, legumbres envasadas o conservas.
    • Productos con alto contenido en proteína: pescado en conserva, lentejas, guisantes o queso.
    • Productos con alto contenido en grasa: aceite de oliva, aceitunas, cremas de cacao o de cacahuete y frutos secos.
    • Productos con alto aporte energético: mermeladas, chocolate, barras de proteína, galletas, cremas de cacao o de cacahuete o frutos deshidratados, como uvas pasas.
    • Bebidas: café, té, cacao en polvo, zumos o leche.
    • Comida para bebés.

Comunicación

En una situación extrema, la información proporcionada por las autoridades competentes es crucial. Es necesario en la medida de lo posible mantener algún canal de comunicación. También, por supuesto, para seguir en contacto con familiares y amigos.

Por ello, se recomienda tener siempre a mano una radio que funcione con pilas, baterías o paneles solares y suficientes pilas de recambio.

De cara a poder utilizar el teléfono, se recomienda tener al menos una batería portátil, un cargador de móvil para el coche, y números de teléfono importantes escritos en un papel.

Agua

En el caso de esta última crisis, el suministro de agua ha estado más que garantizado. Pero, por si acaso, y dado que en alguna situación extrema puede haber un corte, se recomienda tener garrafas de agua mineral o del grifo almacenadas en un lugar oscuro y fresco. También recipientes vacíos para poder utilizar el agua con más comodidad. Las guías recomiendan al menos unos tres litros de agua por persona al día, que se utilizarán tanto para beber como para cocinar. 

Recomiendan también probar u oler el agua una o dos veces al año para ver si está en buen estado, y en caso de notar algo extraño, habría que desecharla y cambiarla.

En el momento de tener que usarla, si tenemos alguna duda sobre su calidad, se recomienda hervirla justo hasta que alcance el punto de ebullición. Tras esto, será apta para el consumo.

Además, se aconseja guardar en el congelador agua en pequeñas botellas —sin llenarlas del todo, ya que pueden reventar—. Estas se podrían utilizar eventualmente como bloques de hielo y, una vez derretidos, también son aptas para el consumo.

Higiene y medicinas

Es recomendable tener suficiente papel higiénico, toallitas húmedas, gel hidroalcohólico, guantes, bolsas de plástico o de basura, un cubo con tapa, pañales, compresas o tampones, y también arena, compost o serrín.

En caso de no estar disponible el suministro de agua, no se podrán utilizar los inodoros con normalidad, así que no quedará otra que desechar los excrementos en bolsas de plástico, y aconsejan echarles serrín o arena para inutilizar su mal olor.  

Las autoridades también insisten en la necesidad de tener un kit de primeros auxilios, con analgésicos, antiinflamatorios, agua oxigenada, yodo (como Betadine), tiritas, vendas, además de cualquier medicina de prescripción.

Documentos y herramientas

Las autoridades recomiendan tener también a mano documentos básicos que permitan la identificación, como el pasaporte o el DNI —«envuelto en algo impermeable, indispensable para la lluviosa Bruselas», bromea la comisaria europea—, dinero en metálico y tarjetas de crédito. En una crisis, «el efectivo es el rey, y las tarjetas quizás sean solo un trozo de plástico», indica en su vídeo la comisaria europea de Preparación, Gestión de Crisis e Igualdad, Hadja Lahbib. También es útil mapa en formato físico.

Además, hay varias herramientas que pueden ayudar en múltiples funciones. El más útil es la navaja multiusos, pero también son destacables abrelatas, alicates, llaves inglesas, tijeras o la cinta americana.