Por primera vez desde que se implantó la Logse se retoma el modelo de notas de EGB y se añade la calificación numérica en la ESO
23 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Cuando, tras celebrar el festival navideño, los niños gallegos recogieron el boletín de calificaciones, se encontraron con la misma sensación que tenían sus padres dos o tres décadas atrás: una sarta de insuficientes, expedientes plagados de sobresalientes, o una amalgama de notables, bienes y suficientes.
Los niños de primaria (de seis a doce años) recuperaron por primera vez en este curso el antiguo modelo de calificaciones de la EGB que había suprimido la Logse: insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. Eso sí, el «muy deficiente» (un poco drástico para menores de ocho o nueve años) no aparece en el sistema de evaluación de la Ley Orgánica de Educación (LOE) que, aunque no se ha implantado en su totalidad, sí ha extendido a los seis cursos de primaria este nuevo modelo de notas.
Atrás quedan ya los conocidos Necesita Mejorar y Progresa Adecuadamente (N.?M. y P.?A.), de la Logse, que estuvieron en vigor casi veinte años. Si a los niños la medida puede que no les haya sentado muy bien, entre los profesores hay disparidad de opiniones. «En el primer ciclo de primaria (seis y siete años), los niños tienen que aprender, pero no con un sobresaliente o un insuficiente al lado», señalan en un colegio de la comarca compostelana. Otros sí consideran positivo que se refleje el expediente del estudiante, que por otro lado ya se constata en las notas de los exámenes o controles.
Supresión del cero en la ESO
Con este cambio introducido por la LOE, las calificaciones de primaria casi se equiparan a las de secundaria. En la ESO siempre ha habido notas que oscilan entre el insuficiente y el sobresaliente, pero a partir de ahora irán acompañadas de un número asociado, entre el 1 y el 10. La LOCE, ley educativa aprobada por el PP y que nunca llegó a aplicarse, retomó este modelo de poner un número al lado de la calificación, pero incluyendo el cero. La LOE aprobada por el gobierno socialista, una norma que se sitúa entre las dos anteriores, mantiene la nota numérica, pero suprime el cero, demasiado contundente hasta para el alumno menos aplicado.
Otro de los cambios que la ley introduce este curso es la desaparición del tradicional libro de escolaridad, que se sustituye por el historial académico. Su custodia corresponde al centro educativo, y se entregará al alumno al finalizar la etapa de primaria, mientras que una copia será para el centro de secundaria.